¿Otro caso Tribilín?: suspenden a la directora de un jardín por maltratar y echarle insecticida a los chicos

Los hechos, ocurridos en Manfredi, Córdoba, fueron denunciados por los padres de los alumnos y por una portera. Un chico con autismo también habría sido víctima.denuncia-maltratos-jardin-de-infantes-estrada-cordoba-1

 

A Micaela Olmedo se le abrió un mundo de estupor casi de casualidad. Sin quererlo, su marido escuchó una charla de su nena de 5 años con la abuela, en la que le contaba que la maestra les tiraba del pelo a ella y a otros compañeros. La abuela quiso saber por qué. La chiquita le respondió con evasivas, y le pidió que no le dijera nada a su mamá porque la «seño» se iba a enojar con ella.

 

El testimonio de su hija fue suficiente para que Micaela tendiera rápidamente una red con otras madres. En pocos días, al menos diez de los 18 chicos que comparten el aula de 5 años del jardín de infantes público José Manuel Estrada en Manfredi, un pueblo de Córdoba del departamento de Río Segundo a poco más de 50 kilómetros de la Capital relataron a sus mamás y papás otras supuestas  situaciones de violencia y malos tratos.

 

Todos señalaban a la misma persona: su maestra, que también es la directora de la institución. Los testimonios apuntan a golpes, agresiones verbales, hostigamiento, humillación y hasta un «baño de insecticida». A tan solo dos días de las fuertes condenas a las cinco maestras jardineras de San Isidro por lesiones, amenazas y abandono agravado de personas, ¿se trata de un nuevo caso Tribilín?

 

F.S., la docente, cuya identidad se preserva porque el caso está en proceso, fue suspendida por el Ministerio de Educación de Córdoba la semana pasada. La pena, por ahora, es de ocho días, y se vencería a mitad de la semana próxima. «Hasta que se resuelva una situación definitiva», explicaron desde el área de Inspección a los padres de los alumnos.

 

La denuncia no está hecha en la Justicia pero sí trepó rápidamente hacia niveles políticos, desde el escritorio de Cristian Villalon, intendente de Manfredi -un pueblo de 1.200 habitantes, con una escuela secundaria, una primaria y un único jardín de infantes- hasta las autoridades provinciales.  Y conmocionó a la comunidad local.

 

Micaela filmó a su hija, quien en el video relata cómo la docente tironeaba de los pelos a varios alumnos. Pero sobre todo, la niña exhibe su miedo a que la maestra se entere de lo que ella está contando. «Mamá, no le vas a decir, no?», repite varias veces en la filmación, preocupada.

 

«Por supuesto que fui y le dije pero ella negó todo. Se defendió diciendo que mi hija tenía problema con otra nena que le hacía bullying. Nos trató de cualquier cosa», relató a Infobae Olmedo.

 

 

Las recopilaciones de los presuntos maltratos que hicieron los padres de los nenes y las nenas del jardín Estrada expone a F.S. «A los varones les pegaba cachetadas. Al que no dibujaba como ella quería les rompían los dibujos cuando no les salía, o los acusaba de ‘putos’, de ‘gorditos’, de ‘sucios’. Algunos nenes dejaron de dibujar, otros dejaron de ir porque por el miedo se hacían pis y caca, ellos no la quieren», comentó Micaela.

 

Lo que los chicos relataron a los mayores fue corroborado por María del Valle Sarmiento, portera del jardín de infantes público. «Yo cachetadas no vi, pero sí todo tipo de maltratos», contó a Infobae esta mujer de 55 años, que hace ocho trabaja en la institución. María relató cómo la docente la amenazaba a ella para que no contara lo que hacía, que además de los malos tratos, incluía irse de la clase y dejarla a cargo de los chicos, o insultar a las otras maestras.

 

Del Valle Sarmiento veía siempre nenes llorar. Cuando le preguntaba a F.S. qué había pasado la respuesta siempre era que se habían golpeado. La portera relata que tenía una situación especial con un chico que padece autismo.

 

«Yo vi tironeo de brazos, para mí eso es maltrato. Hay momentos que este nene se ríe solito o si está enojado grita, o juega y ella no toleraba los gritos de ese nene. Y le tironea del brazo. En ese tironeo una vez este nene quiso desprenderse y cayó mal y se golpeó la cabeza», contó la mujer, y agregó: «Yo lo tomé como algo pasajero. Pero al correr de los días me di cuenta, ella no tolera que los niños griten. Cuando hay llovizna o viento frío los deja afuera y cierra la puerta del aula con los otros niños en clase».

Eli, la mamá del alumno con autismo (que prefirió no dar su apellido), vive conmocionada desde que se enteró de los supuestos malos tratos a su hijo. «El es un nene que necesita mucha paciencia, no se expresa bien, no se entiende bien, a veces nosotros, ni los padres, logramos entenderlo. Enterarme de las cosas que le hizo es de un dolor muy grande», dijo.

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