Cuidador de cementerio se fue antes y dos mujeres quedaron encerradas

 

Ocurrió en Capitán Bermúdez. «El cuidador del lugar se fue antes del cierre y nunca avisó. Tuvimos que saltar un portón para salir», contó una de protagonistas del insólito hecho.

Dicen que hay que tenerle miedo a los vivos, no a los muertos. Pero, igualmente, quedar encerrado en un cementerio no es nada gratificante ni que cause gracia. Cierto escozor genera, más allá del horario que sea. Y algo así vivieron dos mujeres que insólitamente quedaron atrapadas dentro de la necrópolis de Capitán Bermúdez por una desatención del cuidador del lugar que no se percató la presencia de las dos personas. El final fue feliz porque gracias a la agilidad de las mismas lograron saltar un portón y salir del lugar antes de que el día se hiciera noche.

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El insólito episodio sucedió este martes a la tarde cuando las dos mujeres, antes de las 18, intentaran retirarse del cementerio municipal. Pero cuando fueron hasta la salida se encontraron con una sorpresa: el portón de rejas estaba cerrado. El empleado del lugar concluyó con su jornada de trabajo y se retiró, pero sin percatarse de que aún quedaban dos personas en el interior del lugar.

«El que está al cuidado del cementerio se fue antes del horario del cierre y nunca avisó. Seguramente vio el auto que todavía seguía afuera del lugar e igualmente cerró las puertas y se fue. Jamás se percató que había dos personas adentro. Después de llamar y tocar la campana y gritarle a los autos que pasan decidimos saltar por el otro portón con la ayuda de un muchacho que frenó su automóvil y nos ayudó», relató Mari Snidaro en diálogo con La Capital.

Mari junto a su hermana habían concurrido al cementerio para visitar la tumba de su papá y jamás se imaginaron que iban a terminar el día de esa manera. «Lindo aniversario de mi papá pasamos. Gracias a este sereno al cual bendigo muchísimo», publicó en Facebook y rápidamente su comentario se hizo viral. «Nunca me imaginé que iba a pasar esto», dijo sorprendida.

El hecho quedará registrado en el anecdotario familiar y por eso las dos se sacaron una selfie en la puerta del cementerio, donde una de ellas hizo un gesto como diciendo «¿y ahora quién podrá rescatarnos?». No fue el Chapulín Colorado, pero sí apareció un muchacho para darles una mano y así evitar que las mujeres pasaran la noche entre las tumbas.

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