Afirman que las lluvias seguirán «por lo menos hasta la tercera semana de abril»

Más de 9.000 pobladores están afectados por las fuertes lluvias en varias provincias. Entre Ríos es la más afectada. Sostienen que hay posibilidades de que los fenómenos se repitan y que «no hay escurrimiento posible».

Más de 9.000 pobladores están afectadas por las fuertes lluvias que alcanzaron vastos sectores de las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Formosa, en un fenómeno que continuará «por lo menos hasta la tercera semana de abril» y frente al cual las provincias «se encuentran mejor preparadas para enfrentarlo, aunque por la magnitud sólo podemos trabajar en mitigar los efectos», afirmó Walter Ceballos, integrante del Sistema Federal de Emergencias (Sifem).

El funcionario, quien ocupa el cargo de secretario de Emergencias y logística del Ministerio de Defensa, dijo a la agencia Télam que «lo que se produjo desde el fin de semana pasado son fenómenos de lluvias localizadas que fueron de mucha magnitud y que se dieron en forma súbita, por lo que es más difícil de prever».

Ceballos destacó que ante semejante cantidad de lluvia «no hay escurrimiento posible y a raíz de la recurrencia de estos fenómenos, éstos no pueden ser abordados desde la infraestructura, porque no sabemos cuándo se van a volver a repetir y, para prevenirlos, habría que relocalizar pueblos o construirlos a nuevo».

Entre Ríos, con 7.000 damnificados, es la provincia más afectada y la ciudad de La Paz, con 300 milímetros de agua caída en cuatro horas, fue en donde más se sintió el fenómeno climático, por los desbordes de los arroyos, mientras que la ruta 12, vital en el comercio del Mercosur permanece cortada.

Cerca de 5.000 personas sufrieron en La Paz las consecuencias de la fuerte tormenta y muchas de ellas tuvieron que ser alojadas en centros de evacuados, donde reciben asistencia sanitaria y alimenticia.

Otra localidad seriamente afectada por las lluvias es Santa Elena, donde la combinación entre las precipitaciones y la crecida del Paraná provocó desmoronamientos de las barrancas ribereñas, poniendo en peligro a casas de fin de semana y viviendas de residentes permanentes.

Datos oficiales revelaron este miércoles que en San José de Feliciano el acumulado de lluvia caída en los últimos días ronda los 500 milímetros, una marca que supera el promedio anual de precipitaciones para esa zona del norte provincial.

Ceballos destacó que otra ciudad afectada es la correntina de Esquina, en donde cayeron casi 200 milímetros en dos horas y destacó que este tipo de fenómenos «obedecen al cambio climático que es algo relativamente nuevo y que produce estas consecuencias que también son nuevas en la región».

«Frente a ello lo que podemos hacer es mitigar esas consecuencias, trabajar mancomunadamente para mejorar las defensas y salvaguardar las vidas humanas» y aseguró que «lo que estamos haciendo es elaborar un mapa de riesgos en la Argentina».

Puntualizó que esto «nos va a llevar todo este año debido a que hay que juntar toda la información posible y determinar cuáles son las zonas más propensas a que ocurran fenómenos como incendios, sismos, inundaciones o huracanes».

Las lluvias que caen en el Litoral no sólo generaron trastornos en nuevas regiones sino que agravó las consecuencias de las crecidas de los ríos Paraguay y Paraná en Formosa y Santa Fe, ocurridas en diciembre pasado, donde unos 6.500 pobladores evacuados de zonas ribereñas, hace cuatro meses que permanecen evacuados.

En el sur de Corrientes las abundantes lluvias afectaron ya a más de 2.300 pobladores, mientras el pronóstico meteorológico anuncia para la zona la continuidad de precipitaciones al menos hasta el domingo próximo.

Según detalló a Télam el jefe de Operaciones de Defensa Civil de la provincia, Orlando Bertoni, las jurisdicciones más perjudicadas por las inundaciones son las de Esquina y Pueblo Libertador, Sauce y Monte Caseros, donde el agua ingresó a numerosas casas. «También afrontamos el fenómeno de los pobladores ribereñas que por una cuestión cultural no quieren alejarse del río», sostuvo Ceballos quien apuntó a que con estas personas hay que trabajar especialmente porque «se los puede relocalizar pero siempre van a querer volver a afincarse donde vivieron toda la vida».

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