El informe de la UCA habla de «situación de desborde». El consumo de alcohol es el principal flagelo. La venta de drogas creció un 50% en cuatro años. Los más afectados son los sectores vulnerables.
Las «adicciones severas» son un problema en más de medio millón de familias urbanas de laArgentina y ya representa una «situación de desborde» y «casi una plaga», tal como describe el coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia.
Este comportamiento, nocivo tanto para el individuo como para su entorno familiar y social, es el resultado de una investigación profunda sobre el «Aumento del tráfico de drogas en los barrios, problemas de adicciones severas en las familias y poblaciones en riesgo», llevada a cabo por la UCA con más de 5700 casos.
Lamentablemente, las conclusiones del estudio hablan por sí solas. Las adicciones severas registraron ser un problema en el 3,6% de las familias urbanas de la Argentina, correspondiendo a una población de 459.966 casos en el año 2014. En dichos hogares habitan un millón y medio de personas que se incluyen dentro de una situación de vulnerabilidad por ser parte o estar afectados por el problema.
En el marco de las adicciones, el consumo problemático de alcohol es el principal flagelo en las familias (2,7%), seguido de la adicción a las drogas ilegales. Estas últimas se registran en el 1,9% de los hogares urbanos (242.759 casos).
«El narcotráfico es una actividad económica que penetra en espacios familiares y sociales en busca de conseguir adictos», remarca Salvia.
La novedad del informe consiste además en considerar cómo la adicción de algún miembro del hogar trae consecuencias sobre los demás integrantes de la familia. «Crea un entorno inestable y muchas veces de violencia, especialmente en los niños que son influenciados y afectados por el comportamiento de los padres».
También se destaca la pérdida de comunicación y aislamiento familiar, la falta de sentido de pertenencia y de identidad, que suele ser una característica distintiva en las familias con problemas de adicciones.