Las ONG Conciencia Animal y Ceydas solicitaron a la Justicia Federal que intervenga ante la posible comisión de los delitos de tenencia ilegal.
Las ONG Conciencia Animal Entre Ríos y el Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas) solicitaron a la Justicia Federal que intervenga ante la posible comisión de los delitos de tenencia ilegal y maltrato animal de especies exóticas catalogadas bajo amenaza. Las entidades apuntan que en un coqueto resort ubicado en Ruta Nacional 12, en Gualeguay, se exhibe a tres guacamayos, un loro y dos tucanes enjaulados y alejados de sus hábitats naturales.
En el escrito donde realizan la denuncia penal indica que las aves están expuestas a enfermedades y con una dieta inadecuada, se describe en el texto que conoció ERA Verde. Como medidas urgentes, solicitan el allanamiento del lugar, el secuestro de los animales y traslado a un centro de recuperación. Desde el Juzgado todavía no dieron respuesta alguna, lamentaron los letrados proteccionistas que litigan.
A través de escritos ingresados en agosto y septiembre al Juzgado Federal de Victoria, a cargo de Federico Ángel Claudio Martín, las organizaciones socio ambientales Conciencia Animal y Ceydas se presentaron con el objeto de efectuar una acusación y constituirse como querellantes ante la posible comisión de “los delitos de comercio ilegal y tenencia ilegal –exposición y exhibición– de especies de la fauna silvestre expresamente protegidas”, en infracción Ley N° 22.421 de Conservación de la Fauna y “en violación a la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites) –al que nuestro país adhirió mediante Ley–, así como la sospecha de haberse efectuado un contrabando que está penado según el Código Aduanero, Ley N° 22.415.
Con la firma de los abogados Amalia Lenzi y Fernando Di Benedetto, las entidades denuncian al Hotel “Farol del Lago”, ubicado en Ruta Nacional 12, kilómetro 235 de la ciudad de Gualeguay. Señalan que el resort “posee y exhibe varias especies de aves consideradas protegidas por la normativa nacional e internacional”, expresan en el escrito que pudo conocer ERA Verde. Las aves involucradas son un guacamayo Jacinto o guacamayo azul (anodorhynchus hyacinthinus), categorizado como vulnerable a nivel mundial; un guacamayo rojo o aliverde (ara chloropterus); un guacamayo azul y amarillo (ara ararauna); un loro hablador chaqueño (Amazona aestiva xanthopteryx) y dos tucanes toco (ramphastos toco). Estos especímenes, se observó, “a simple vista se puede apreciar que no poseen anillos identificatorios obligatorios conforme normativa provincial y nacional que los protege”, aseguraron.
Las entidades dejaron sentado que los ejemplares son de especies se encuentra “amenazadas” y, por lo tanto, “comprendidas en los criterios protectorios consagrados en los apéndices de especies amenazas y en peligro”. En este sentido se hace mención a la Convención sobre el Comercio Internacional Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) consagrada en el Ley 22.344. Conciencia Animal y Ceydas mencionaron que los animales “se encuentran privados de una de las facultades principales de las respectivas especies que todas comparten: volar y ejercer su libertad en su medio natural; circunstancias vitales que se encuentran vedadas debido a la conducta típica denunciada contraria a la biodiversidad de rango constitucional”, afirmaron.
Entre otros problemas que acarrea este tipo de encierro, los pájaros sufren “estrés, angustia y terror, al encontrarse en diminutas jaulas” alejados de sus hábitats, “en un ambiente completamente artificial, y expuestos a un sinfín de espectadores y/o visitantes que perturban su tranquilidad y atentan contra su integridad psicofísica”, describen en la presentación a la que accedió ERA Verde.
Así confinadas, en una jaula circular dividida en cuatro compartimientos, las aves se encuentran “proclives a sufrir enfermedades no propias de su especie que, en circunstancias normales, no padecerían como asimismo al no consumir su dieta natural existe riesgo de deficiencias alimentarias, nutricionales y de hidratación adecuada”. En este orden, aportan prueba documental en fotos y videos, donde se observa que los tucanes son alimentados “con la misma ensalada de fruta utilizada en el desayuno para los huéspedes del hotel y en el caso por ejemplo del guacamayo azul con girasol.
En el escrito, los abogados aportan antecedentes sobre la situación internacional de amenaza de las especies involucradas y los derechos vulnerados de la fauna silvestre que se ve sometida a condiciones de domesticación y comercio. También se hace referencia a convenciones y tratados de persecución de los delitos de tráfico de fauna y flora silvestre “como una forma de crimen organizado”, resaltaron ante ERA Verde.
Por todo esto, las ONG requieren al juez Federal Mártin “la protección de los animales no humanos por lo que en pos de una justicia restaurativa”. Solicitan que se tengan medidas urgentes de, al menos, allanar y requisar el lugar de encierro, establecer el estado de conservación de los especímenes, se secuestre los mismos y se proceda al resguardo provisorio en un refugio hasta tanto pueda encontrarse el modo de reinserción.
Pese a las insistencias, según expresaron desde el equipo legal, el Juzgado no se ha expedido ante los pedidos.