Reparte comida a indigentes y le robaron el auto con sus hijos adentro

Mientras entregaba viandas a personas en situación de calle, dos personas les robaron el vehículo con sus hijos adentro. El auto tuvo un desperfecto y la pesadilla terminó. A pesar de la mal experiencia seguirán con su labor solidaria.o_1533042083

 

De cuna humilde, Raúl Cubo vivió en la calle y sabe lo que se siente no tener un plato de comida para llevarse a la boca. Hoy no tira «manteca al techo», pero siente la necesidad de ser agradecido con la vida. Trabaja en una rotisería, pero los lunes a la noche está libre. Es el día de la semana que, junto a su familia, elige realizar la noble tarea de salir a repartir comida a la gente que vive en las calles de la ciudad de Córdoba.

Pero este lunes fue particular. Dejaron el auto estacionado, con sus dos hijos de 11 y 13 años durmiendo dentro, y con su mujer se bajaron sólo un momento a entregar unas viandas de comida. Allí fue que dos personas aprovecharon para robar el vehículo, sin importarles que los niños estuvieran arriba.

El auto tuvo un desperfecto técnico y se les detuvo a los pocos metros. Los pequeños se despertaron y los ladrones se hicieron pasar por policías. Hasta les pidieron a los niños que se bajaran del auto para empujarlo. Los hijos de Raúl se dieron cuenta de que se trataba de un robo, a los pocos minutos los padres lograron encontrarlos y la pesadilla terminó.

«Tenemos un final feliz, aunque los chicos tienen un poco de miedo. Tuvimos un Dios grandísimo y el accionar de la policía no tiene precio», dijo Raúl en comunicación con Mitre Córdoba.

Sobre cómo sucedieron los hechos, el hombre contó: «Nosotros empezamos en General Paz y Tablada, ahí le damos a la gente. Ahí un muchacho nos explica que en Colón y Rivera Indarte también había un grupo de personas que le hacía falta comida. Ya estaba este individuo ahí. Les llevamos comida y café. Cuando estábamos entregando ve donde dejamos el vehículo. Y nos dice que en la plaza San Martín había gente que necesitaba. Dejamos a los chicos durmiendo».

«Y estas personas aparecieron y dijeron que eran policías y que estaban haciendo un procedimiento y que se tenían que llevar el auto. Se les para el auto y los hacen bajar. Ahí se dan cuenta que les estaban robando. Cuando dimos vuelta por San Martín para llegar a Santa Rosa y había un solo auto. Y empezamos a correr a donde estaba el auto, eso fue terrible. Después se bajan en una playa y piden un cargador de batería y el hombre de la playa se dio cuenta», continuó.

«En el lapso de dos cuadros ellos se llevaron el auto. Ellos se justifican diciendo que otras personas se habían querido robar el auto. Y mis hijos dicen ellos quisieron robar el auto. Dios mandó a los policías que los detuvieron y contuvieron a mis hijos», relató Raúl.

La solidaridad por sobre todas las cosas

Pese a la mala experiencia, la familia solidaria decidió que seguirá realizando estas acciones. «Esto lo hacemos en familia. Nuestro hijo más grande que trabaja en Cruz Roja Y nos incentiva a eso. Los fines de semana compramos las cosas para el lunes salir a repartirlas. Decidimos seguir haciéndolo», dijo Raúl.

«Que la gente que lo haga tenga más cuidado. Hay gente que necesita, pero hay tener cuidado. Muchas veces abrimos el corazón y no nos damos cuenta en fijarnos en pequeños detalles», cerró. (La Voz de Córdoba)

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