Había dicho que mintió para conseguir un trabajo, pero estaba en blanco en una panadería, cuyo dueño lo despidió por aquel invento. El «changarín» le inició una demanda y en ese marco habría estafado a su abogado.
El abogado Juan Orlandi denunció por estafa en la Justicia a José Sánchez, el «changarín» de Nogoyá que en marzo último fue noticia al relatar que había encontrado en la calle un maletín con 500.000 dólares y que, sin recibir nada a cambio, lo había devuelto a su dueño.
En el caso intervino de forma fortuita la Justicia: Sánchez refirió que junto al maletín había hallado también un arma de fuego. Un fiscal, Federico Uriburu, quiso saber si se trataba de un arma registrada, y empezó a averiguar. Cuando el «changarín» se descubrió en el centro de una investigación, empezó a desdecirse y puso al descubierto su mentira. Todo lo había inventado para llamar la atención y conseguir un trabajo en blanco. Pero eso también había sido un invento: el «changarín» trabajaba en blanco en una panadería.
El dueño de la panadería, al enterarse de lo que había dicho, que lo tenía «en negro», se molestó y lo despidió. Fue entonces que Sánchez inició una demanda en la Justicia en reclamo de indemnización, y contrató como abogado a Juan Orlandi.
El pleito no avanzó sino que concluyó en un acuerdo de partes. El panadero acordó pagarle $135 mil de indemnización. Pero como el depósito no fue inmediato, el changarín pidió un préstamo a su abogado. Le solicitó 30.000 pesos que Orlandi le prestó con la promesa de que se lo devolvería el viernes 10 de mayo, cuando estaba previsto el cobro de la indemnización.
Quedaron encontrarse en Tribunales, el viernes último, a las 10. Pero el «changarín» se adelantó: llegó a las 8, cobró la indemnización y desapareció. No le atendió más llamadas a su abogado, lo bloqueó en whatsapp y, obvio, no le devolvió los $30 mil que le había prestado. El letrado entonces decidió ir a Tribunales y le presentó una denuncia por estafa. ¿Tiene como probar el préstamo? «Sí, tengo las pruebas, y las voy a presentar en la causa», dijo Orlandi a Entre Ríos Ahora.
El caso del maletín
José Sánchez, el «changarín» de 40 años que sorprendió al país con la historia del hallazgo de un maletín con medio millón de dólares en una esquina de su ciudad, Nogoyá, que había devuelto a su dueño sin pedir nada a cambio, admitió que todo fue una fábula que recreó con el único propósito de conseguir un trabajo en blanco.
«Vengo a dar la cara. Todo lo que hice lo hice por necesidad», admitió Sánchez ante los micrófonos de FM Libertad, de Nogoyá, entrevistado por el conductor Maximiliano Medrano, el mismo que divulgó primero la historia. Dijo que apeló a ese ardid, el dinero extraviado, hallado y devuelto a su dueño, porque pensó que de ese modo tendría más alto impacto, y la gente fijaría su mirada en él.
Expresó que con una historia así «la gente te presta atención, te ofrece cosas». Pero, agobiado por las consecuencias de su fábula -debió declarar en la Policía por el arma que dijo haber encontrado, y ante la Unidad Fiscal de Nogoyá, esta mañana- admitió que todo había sido mentira. «Hoy vine con la verdad, vine a decir que todo eso que dije se inventó. Lo inventé. La verdad lo hice por una necesidad de estar en blanco. Más allá de todo lo que se ocasiona ahora, me di cuenta que rompí una familia y era por la necesidad de estar en blanco. La verdad que estoy cansado de trabajar en negro y por menos que nada», señaló.
«Todito lo inventé yo para que la gente me escuchara, para que me socorriera con un trabajo», confesó. «Todo fue un invento mío y si le tengo que pedir disculpas a mi familia, mil veces perdón». «Me concentré en un invento. y dije: ´Esto me tiene que ayudar´».
¿Por qué el ardid del empresario, el maletín cargado de dólares, la camioneta roja, el llamado a la radio, la historia que ganó todos los portales de noticias? Dijo José Sánchez que «tener que ir estudiándola, y qué mejor que sea mucha plata para que la gente se sorprenda y te preste atención. Pero con la mano en el corazón, pido perdón. Lo hice por una necesidad de tener un trabajo en blanco».
«No quería aflojar el invento», admitió, aunque empezó a quebrase cuando los medios nacionales empezaron a hablar de «mentira» en su relato, y la Justicia y la Policía comenzaron a acosarlo.
Y concluyó: «Me di cuenta que hay que andar con la verdad, y de acá en más voy a tratar de andar con la verdad porque eso te abre muchas puertas».