Por la suba de casos en el AMBA, vuelven a reunirse Nación, Provincia y Ciudad

Santiago Cafiero recibirá a las 11 a los jefes de gabinete de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, Felipe Miguel y Carlos Bianco. También estarán los tres ministros de Salud: Ginés González García, Daniel Gollan y Fernán Quirós.
La pandemia no terminó y las vacunas no llegaron. Esa es la realidad con la que convive la sociedad argentina y el gobierno nacional al día de hoy. Pero hasta el momento había señales positivas en los datos epidemiológicos. Una baja marcada en la cantidad de casos que había en la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El AMBA, donde estuvo concentrada la mayor cantidad de casos durante el 2020.

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Sin embargo, ese escenario comenzó a modificarse lentamente y en silencio. Pequeñas señales prendieron la alarma en el gobierno nacional y llevaron al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a tomar la decisión de convocar a una reunión de urgencia a sus pares en la ciudad y la provincia, Felipe Miguel y Carlos Bianco, además de los tres ministros de Salud: Ginés González García, Daniel Gollan y Fernán Quirós.

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El objetivo es analizar las variables sanitarias que hay actualmente, la proyección de la curva de contagios y los pronósticos concretos sobre la llegada de las vacunas al país. En principio, comenzarían a discutir nuevas medidas para que se cumpla el distanciamiento social. En el Gobierno observan que el cumplimiento de los protocolos es cada vez menor y, en consecuencia, la posibilidad de un rebrote aumenta.

La agenda del gobierno nacional cambió de foco hace varias semanas. Apostaron a imponer una agenda vinculada a la pospandemia pero marcando la necesidad que tienen los argentinos de seguir cuidándose. Reactivación económica, debate sobre el aborto legal y puesta marcha de obras públicas corrieron del centro a las medidas sanitarias con las que el Alberto Fernández machacó a lo largo de la pandemia.

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La pandemia y el coronavirus dejaron de ser un tema de todos los gobiernos y también de los argentinos. En la ciudad de Buenos Aires y en la provincia la vida se tornó normal pero con barbijos y mínimas restricciones. También con pocos controles y con un bajo cumplimiento de la sociedad. La responsabilidad individual, el concepto del que tantas veces hablaron Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta, no fue aplicada como esperaban.

Además, las campañas de difusión para los cuidados sanitarios se retiraron lentamente de los medios de comunicación y de las redes sociales. La tensión pasó a estar puesta en otros tema y este martes volverá a concentrarse en los cuidados para evitar que el covid-19 se propague nuevamente y Argentina enfrente el inicio de la campaña de vacunación con la curva de casos en pleno crecimiento.
El Gobierno prestó atención a lo que sucedió en Europa y Estados Unidos, donde los casos comenzaron a incrementarse después del verano y las vacaciones, y en la actualidad enfrentan el impacto de una segunda ola que dejó de ser un anuncio para convertirse en realidad. La intención que tienen en la Casa Rosada es mantener la curva amesetada hasta que puedan empezar a vacunar.

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La llegada de las fiestas y de la temporada de verano aumentó la preocupación en los últimos días. Si bien ninguno de los gobiernos marcaron restricciones a las reuniones familiares, desde el Ejecutivo bonaerense establecieron un protocolo para que la gente se cuide al máximo durante la navidad. Entre las recomendaciones que dieron, la principal es reducir el contacto con otra personas diez días antes de la cena navideña. Sobre todo aquellos que se reunirán con personas que tienen más de 60 años o que poseen algún factor de riesgo.
La preocupación en la provincia está anclada en lo que vaya a suceder durante las vacaciones de verano con el comportamiento de la gente. Playas, fiestas privadas y locales gastronómicos. Si el comportamiento no es el adecuado, los casos aumentaran. Sin embargo, existió una valoración positiva sobre la forma en la que se desenvolvieron los turistas en el último fin de semana XXL.

Este lunes fue Daniel Gollan el primero en encender una luz de emergencia en forma pública. Advirtió que «hay un rebrote» en algunos indicadores que «son preocupantes» para la reactivación de actividades de la provincia. «Veníamos bastante bien hasta la semana pasada y ya empezamos a percibir que no solo se frenó la caída sino que hay un rebrote de algunos indicadores que son preocupantes», sostuvo.

«Venían en un descenso las consultas de forma espontánea sobre la percepción de síntomas compatibles con el Covid, y esta semana tiene un rebrote este indicador, que a los 10 días implica un crecimiento de casos», explicó el ministro bonaerense, que consideró que esos datos se deben a que «hay un relajamiento» en la gente debido a «una sensación de que esto ya terminó».
Quince días atrás Fernán Quirós había marcado la necesidad de que la gente cumpla con los protocolos para evitar que los casos crezcan. El funcionario sostuvo que en la Ciudad desde el 1° de septiembre, cuando se registró «un valor muy alto», los casos de COVID-19 han descendido de manera «paulatina y sistemática con subidas y bajadas».
También señaló que «la segunda ola del virus no es inevitable» y dejó un mensaje claro: «Si hacemos el esfuerzo la segunda ola será pequeña e insignificante. Esperemos no tener que enfrentarla en 2021».

Santiago Cafiero se manifestó en la misma línea durante una entrevista televisiva en la noche del lunes. «La pandemia no está superada. No hay que relajarse. En todo el mundo se está viendo una segunda ola que está golpeando fuertemente», señaló, al tiempo que afirmó que «después de los picos de contagios en octubre, se logró una tendencia a la baja que ahora se amesetó y dejó de bajar.

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