Los rendimientos bajaron a 30% anual o incluso menos, lo que genera poco incentivo a los ahorristas a quedarse en pesos. Pero ahora las entidades cobran más tasas con la compra de bonos del Tesoro y podrían subir a niveles del 40%.
La semana pasada el BCRA definió otra baja de tasas, desde el 50% al 40% anual, lo que llevó a una fuerte reducción del rendimiento de los plazos fijos que pagan los bancos.
Sin embargo, a las pocas horas, el Tesoro salió a colocar bonos y pago una tasa anual cercana al 48%. La respuesta fue inmediata: los bancos se pasaron masivamente a bonos y suscribieron más de $ 11 billones, con el objetivo de conseguir un rendimiento mayor.
“Los bancos deberían tener como referencia ahora la tasa del Tesoro y ya no la del Central para definir sus políticas”, expresó Caputo.
Fue una forma de sugerir un incremento de las tasas que pagan a los ahorristas, teniendo en cuenta que ahora pueden colocar a niveles más altos al Tesoro. Una mejora de rendimientos en pesos sería fundamental para frenar la presión cambiaria de la última semana.
Los bancos redujeron drásticamente la tasa de plazos fijos la semana pasada, lo que estaría directamente relacionada con la escalada de más del 20% que tuvo el dólar en lo que va de mayo.
La mayoría de las entidades definió tasas del 30% anual (alrededor de 2,5% por mes) o incluso menores. Se trata de niveles que pierden contra la inflación, teniendo en cuenta que el índice de abril fue de 8,8% y el de mayo quedaría cercano al 5%. Pero más preocupante aún para los ahorristas es que también quedaron muy por debajo de la suba del dólar, borrando así parte de las ganancias de los últimos meses.
Desde Economía insisten que las entidades tienen margen para subir el rendimiento de sus plazos fijos y atraer inversiones en pesos
Considerando que ahora la mayor parte de los fondos líquidos de las entidades terminará invertido en bonos emitidos por el Tesoro, que pagan 48% anual, tranquilamente la tasa de plazos fijos podría volver a niveles de 40%. Esto no ha sucedido aún, pero en la medida que continúe el drenaje de pesos a dólares posiblemente se vaya viendo un ajuste gradual de los rendimientos, sostienen especialistas.
Según Infobae, una parte central del plan económico de emergencia consistió en estos primeros meses del año en licuar los pasivos remunerados del Central. Eso requirió fuertes bajas sucesivas de tasas, que quedaron en niveles muy negativos en relación con la inflación.