Con una ley, el gobierno pretende asegurar 200 días de clases

Apenas dos días de clases tendrá la mayoría de los alumnos argentinos esta semana. Para mañana y pasado está previsto un nuevo paro de 48 horas en todo el país, convocado por los cinco gremios docentes nacionales, mientras que el viernes es feriado por el Día de la Memoria.

En este contexto, el gobierno nacional redoblará la apuesta: entre el miércoles y jueves presentará los resultados del operativo Aprender -las pruebas tomadas en octubre pasado a los alumnos de 6° grado y 5° o 6° año- y que, de acuerdo a lo que adelantaron fuentes oficiales, “dieron muy mal”. Además, enviarán al Congreso, antes de fin de mes, un ambicioso proyecto de ley de educación que contempla, entre sus metas, llegar a los 200 días de clases por año en 2021, y “reducir en un 50 por ciento el tiempo de clase perdido por ausentismo docente y estudiantil, infraestructura deficitaria y paros”.

El ministro de Educación Esteban Bullrich adelantó algunos de los resultados más significativos de la prueba Aprender: más del 50 por ciento de los alumnos que terminan la secundaria no tiene los conocimientos mínimos de matemática y esto se da en forma más pronunciada en escuelas públicas que privadas. “Hay evidencias que en matemática se puede mejorar con políticas focalizadas. Nosotros, cuando llegamos a la gestión de Capital, un estudio nos dio que estábamos muy mal en esa materia. Hicimos una intervención especial y pudimos mejorar significativamente. Lo mismo se puede hacer con ciencias u otras disciplinas. Hoy Aprender nos da una nota mala en cuanto al sistema, pero sabemos que se pueden hacer cosas para mejorar”, enfatizó Bullrich en diálogo con Clarín.

Otro dato inquietante que dejó la evaluación: el 82 por ciento de los rectores de secundarias de todo el país afirmó tener problemas de ausentismo en sus colegios. «Vamos a proponer cambiar el actual sistema de profesor taxi por profesores por cargo», dijo Bullrich.

«No es que el docente sea faltador sino que hay un problema de organización escolar. Hay escuelas donde no se cubren cargos por 3 o 4 meses y los alumnos se quedan sin profesor», opinó Eduardo López, secretario gremial de CTERA, que agregó: «Hoy no hay datos fehacientes de cuántos docentes faltan. Esto hay que discutirlo en la paritaria nacional a la que no llaman».

Las pruebas Aprender -que reemplazaron al Operativo Nacional de Evaluación (ONE) que se hacían durante el kirchnerismo- fueron muy cuestionadas en su momento por los gremios docentes. A diferencia del ONE que era trianual y los resultados se conocían uno o dos años después, el Gobierno se comprometió a hacer Aprender todos los años y devolver los resultados a los pocos meses de tomadas las pruebas.

«Nosotros ya recibimos los resultados de la Ciudad. Tiene datos similares a otras pruebas que se hacen en el distrito, entre ellas la inequidad y las diferencias que se producen a partir del nivel socioeconómico de las familias», señaló Soledad Acuña, ministra de Educación porteña.

El Gobierno ahora quiere mostrar que con Aprender se obtendrá «un diagnóstico» de cómo estamos en la educación argentina, algo así como cuando se informó el índice de pobreza o la inflación del INDEC. A partir de ese diagnóstico buscarán avanzar con el proyecto de ley que contiene reformas pedagógicas de largo plazo.

Para el ministro Bullrich el proyecto sería una segunda parte de la Ley de Financiamiento Educativo, sancionada en 2006: «Aquella ley tenía metas de financiamiento y metas educativas, las primeras fueron cumplidas, pero el resto no. Ahora, lo que proponemos en una ley que contemple un conjunto de metas pedagógicas de largo plazo, para que sean debatidas por toda la sociedad. A esta reforma la venimos trabajando con todos los ministros del país desde la primera vez que nos reunimos en el Consejo Federal de Purmamarca».

Todo se da en un contexto en el que los principales distritos no logran ponerse de acuerdo en la paritaria de modo de garantizar el normal dictado de las clases, y cuando al gobierno nacional se le señala no cumplir la ley (la anterior de Financiamiento Educativo) al no convocar a paritaria nacional. En ese sentido, Bullrich se defendió: «Esa norma no dice que tengo que reunirme en febrero. El 20 de diciembre a las 18 quedamos con los gremios que nos íbamos a juntar en marzo. Ese día, les dimos este proyecto a los gremios para que lo comentaran. ¿Cuántos comentarios hicieron? Ninguno».

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