París no tendrá este año sus tradicionales espectáculos de fuegos artificiales y conciertos previstos para festejar la llegada del nuevo año; debido a los rebrotes en Europa y el avance de la variante Ómicron.
Mientras la nueva cepa Covid-19 se propaga rápidamente por el mundo, los gobiernos reimplantan restricciones para frenar el aumento de contagios.
La ciudad de París no tendrá este año sus tradicionales espectáculos de fuegos artificiales y conciertos previstos para festejar la llegada del nuevo año en los Campos Elíseos para cumplir con las medidas del Gobierno francés destinadas a luchar contra el coronavirus, en medio de rebrotes en Europa y el avance de la variante Ómicron.
«Ante el recrudecimiento de la pandemia y los nuevos anuncios del Gobierno, la Alcaldía de París lamenta tener que anular todas las fiestas en los Campos Elíseos el 31 de diciembre», informaron este sábado en un comunicado las autoridades de la capital francesa, que por segundo año consecutivo se quedará sin su tradicional festejo.
«No habrá fuegos artificiales y los DJs lamentablemente no podrán tocar este año», agregó el comunicado.
El anuncio se produjo un día después de que el primer ministro de Francia, Jean Castex, pidió a los ayuntamientos abstenerse de celebrar conciertos y fuegos artificiales la noche del 31 de diciembre, fecha en que además estará prohibido el consumo de alcohol en la vía pública.
Las restricciones han reaparecido a una semana de la Navidad ante el avance imparable de la variante Ómicron del coronavirus, mientras crece la presión sobre los no vacunados.
La variante, identificada hace un mes en Sudáfrica, ha sido detectada en cerca de 80 países y se propaga aceleradamente por Europa, donde según la Comisión Europea podría convertirse en dominante para mediados de enero.
Entre los países europeos que anunciaron nuevas restricciones está Irlanda, donde los bares y restaurantes deberán cerrar a las 20 a partir del domingo hasta fines de enero. Dinamarca -que el viernes tuvo un récord de 11.000 contagios, 2.500 de ellos de Ómicron- cerrará durante un mes teatros, cines, salas de concierto, parques de atracciones y museos.
También volvieron a entrar en vigor el fin de semana medidas de restricción de viaje. Francia cerró su frontera con Gran Bretaña, que por tercer día consecutivo registró un récord de contagios con 93.045 casos.
Algunos países de la Unión Europea, entre ellos Irlanda, Portugal, Italia y Grecia, exigen a los viajeros europeos, incluso a los vacunados, presentar una prueba negativa de covid-19.
Presión para vacunarse
Las medidas se acompañan de presiones crecientes sobre las personas que no están vacunadas, que en algunos casos van más allá de la obligación de inocularse.
En Suiza, a partir del lunes sólo las personas vacunadas o recuperadas del virus tendrán acceso a restaurantes, sitios culturales e instalaciones deportivas y de diversión. Un requerimiento similar entrará en vigor en Francia a inicios del próximo año, y ya no bastará con un simple test negativo
También se ha acelerado la vacunación de niños, que ya se aplica en países como Argentina, Chile, Canadá, Estados Unidos, Israel, Italia y Grecia, y ahora ha sido aprobada en Brasil.
Portugal, uno de los países con niveles de vacunación más elevados del mundo, inició este sábado su campaña para inmunizar a los niños de entre 5 y 11 años. Y Francia también inició el período de prueba de la vacunación de niños.
Clarín