Por increíble que parezca, el dato es real, porque los tiburones y las selfies son los ejemplos más disparatados.
En el caso de los tiburones, y tras varios ataques registrados como el del campeón del mundo del surf, surgió la inquietud sobre si, por ejemplo en España, aumentaban los casos de ataques de tiburones, cuestión que la ciencia lo negó rotundamente.
En el caso de los selfies, se repiten los accidentes mortales. Por ejemplo, el caso de dos amigos japoneses que viajaban por la India y mientras trataban de tomarse una selfie en las escaleras del Taj Mahal, los turistas perdieron el equilibrio cayendo al suelo. Uno de ellos, de 66 años de edad, murió, y su compañero, como otros que estaban ahí, salieron lesionados.
Este accidente eleva las muertes por selfie a doce. Para poner esto en perspectiva, hay que tener en cuenta que este año ha habido ocho fallecidos por el ataque de un tiburón en las costas españolas.
Lo cierto es que el dato puede parecer una broma, pero, por desgracia, no lo es. La mayoría de muertes se han producido a consecuencia de caídas o torpezas letales.
