Justo a la medianoche, el Presidente Mauricio Macri, ingresó al hotel Meliá de Brasilia para dormir unas pocas horas antes de encontrarse con su par brasilero, Jair Bolsonaro, en el Palacio del Planalto.
Macri promovió este viaje relámpago para conocer in situ la posición de Bolsonaro sobre el Mercosur, la situación en Venezuela y la relación bilateral entre ambos países. A las 10 en punto, todos los ministros y secretarios deben llegar al Palacio para participar de la ceremonia de recepción. Será la primera vez que Bolsonaro recibe a un jefe de Estado, y ese gesto político no pasó desapercibido al mandatario argentino. Después de los himnos y la foto oficial, Bolsonaro y Macri protagonizarán una reunión acotada que tendrá dos etapas: al principio, ambos Presidentes estarán acompañados por funcionarios vinculados a la diplomacia (Jorge Faurie y Fulvio Pompeo, en el caso argentino), y a continuación Bolsonaro y Macri protagonizarán un conclave cerrado sin testigos ni traductores. Será una excelente oportunidad para consolidar la relación bilateral y analizar una agenda global que es diversa y compleja. Puede ser un momento histórico para Argentina y Brasil.