La caída del consumo no parece haber afectado los balances de las principales compañías alimenticias del país. Arcor y Molinos Río de la Plata obtuvieron en 2015 una rentabilidad conjunta que casi llega a los $ 2350 millones
Los fondos fueron generados por el crecimiento de sus dos segmentos de negocios, el de graneles y el de grandes marcas. Mantuvo el margen operativo sobre ventas, que consolidado totalizó el 16% sobre los ingresos netos por actividades ordinarias.
La empresa explicó que el resultado operativo normalizado «fue afectado por el incremento de los costos operativos, disminuyendo de $ 1374 millones en 2014 a $ 1250 millones en 2015». Dicha reducción fue compensada por ingresos netos no ordinarios, que superaron en $ 208,8 millones a los del año anterior, posicionando el resultado operativo del ejercicio en $ 1380,9 millones.
Esto incluye la ganancia derivada de la venta de las marcas Vienissima, Goodmark y Manty. En tanto su Ebitda alcanzó los $ 1555 millones contra los $ 1.478 millones de 2014. El aumento de la ganancia también está ligado una reducción de su deuda financiera.
La empresa logró una mejora de $ 409 millones producto de la estrategia de reducción de la deuda diseñada para enfrentar un contexto adverso. Esto le permitió achicar su pasivo a menos de un tercio en dos años pasando de $ 4109 millones en 2013 a $ 2001 millones el año pasado.
El directorio de Molinos propondrá a la próxima Asamblea de Accionistas que los $ 1095 millones se destinen a integrar una reserva para futura distribución de utilidades. La empresa explica que decide el destino de los fondos «a la luz de una estrategia conservadora y de prudencia en materia de financiamiento y niveles de deuda».
En el caso de Arcor, destinará $ 10 millones a una reserva legal; otros $ 95 millones a una reserva especial para futuros dividendos, y $ 245 millones serán distribuidos en efectivo en dos cuotas.