Considerada una de las drogas más difíciles de detectar incluso por las brigadas antinarcóticos más entrenadas, provenía de España
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Aduana, secuestró 5.000 troqueles y 3 pastillas de LSD más 1 comprimido de metanfetamina que intentaban ser ingresadas al país a través de una encomienda postal procedente de la ciudad de Barcelona, España.
Se trata de micropuntos de LSD cuyo tamaño es aún menor que el de una típica pastilla de éxtasis, fáciles de ocultar y difícil de detectar aun con los sistemas de control más sofisticados. Cabe destacar que se trata del primer caso de este tipo observado en el país en todo el ámbito de la Aduana.
La droga estaba oculta en un sobre de papel film recubierta por otros dos envoltorios de papel plastificado, y fue detectada por los agentes aduaneros al considerar el perfil de riesgo del destinatario de la mercadería, un ciudadano argentino que luego del hallazgo de las sustancias se dio a la fuga. En la causa, interviene el Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº 4.