Faggiana recibió dos Reina del Plata

Deben existir en la vida de todos los artistas los tiempos de reconocimientos, de esas caricias que demuestran que el trayecto recorrido valió la pena. Eso ocurrió con Julio Faggiana, que en Buenos Aires recibió días atrás dos Reina del Plata, premio otorgado por Ideas Creativas.

Por María Constanza Fernández Larraburu

Julio es bien nuestro. Nació aquí, “muy cerca del río” como él mismo resume, el 15 de marzo de 1952. “En el barrio del parque, donde transcurrió mi infancia, mi adolescencia y aún sigo arraigado al paisaje cercano a la costa”.

-¿Cuándo supiste que la música era tu vocación?
-Desde muy niño ya se manifestaba mi inclinación profunda hacia las artes, fundamentalmente la música, las letras y el canto. Con pequeña guitarra de madera terciada y cuerdas de alambre daba serenata a las señoras del barrio, al atardecer. También en la escuela primaria y a medida que crecía, en la adolescencia y sin guitarra propia, en calle San Antonio los domingos cuando se hacía peatonal.
“Por amor a la música y a la versificación dejé de lado muchas cosas importantes, tal es así que no pude finalizar el secundario. Fue y es lo que me absorbe totalmente, pasando horas de la madrugada en la composición, arreglos y armonías de canciones”, señala Julio a la hora de hablar de cómo transcurren sus días.
Su historia musical se nutrió además con dúos, tríos, conjuntos y coros que integró, al tiempo que realizó diversos trabajos como solista. “Hice todo tipo de música universal, estuve en orquestas y acompañé y arreglé en grabaciones a varios amigos del canto. En 1978 comencé con un método personal la enseñanza de la guitarra y el canto, lo que hice toda mi vida. Además fui docente en escuela privada y en nivel medio, lo que tuve que dejar por razones de salud”.

-¿Estudió música?
-La verdad es que soy un autodidacta, que ya de grande fui a la formalidad de los libros para escribir y leer la música, pero siempre sin guía de maestros. El innato intuitivo es un poco rebelde a los formalismos académicos.
Para completar su biografía, Julio destaca que en 1976 ingresó a Entre Ríos 5, “conjunto con el que tuvimos varios recesos, por circunstancias conocidas. En 1983 rindo y soy aprobado en Composición y Letras, quedando como socio de SADAIC y mis canciones comienzan a sonar por la provincia y un poco más allá de las fronteras. El primer tema me lo graba Entre Ríos 5 en 1974, sello Odeón y fue ‘Despierta niña mía’”.

Doble Reina del Plata

-Dicen que uno cosecha lo que siembra. ¿Sentís que eso ocurrió con la premiación recibida?
-Sí, este reconocimiento, como otros, es la cosecha de muchos años, de horas de quedarme hasta el amanecer para darle término a alguna obra. El afecto de la gente y el cariño es el premio que todo artista anhela y, a Dios gracias, lo tengo. Es fruto del esfuerzo, pero hecho con ganas, con el alma. Es mi pasión definitiva.

-¿Cómo fue el proceso para llegar a ese momento? ¿De qué manera participaste en los Premios Reina del Plata?
-El Reina del Plata Artístico es organizado por Ideas Creativas Grupo 4 de la ciudad de La Plata, Buenos Aires. Fui convocado a participar por esta organización, que no conocía, para ser evaluado por un jurado en las artes, personas a las que no conozco personalmente y recibí nominaciones como Cantante de Folklore y como Autor y Compositor, integrando dos ternas y recibiendo los dos premios.

-¿Nos contás cómo fue ese momento de la premiación?
-La gala fue emocionante, aun teniendo algunas experiencias de este tipo. Lo cierto es que se siente cuando el artista es querido y valorado por su dedicación y esfuerzo, por su entrega al arte.
Se realizó con artistas de distintos puntos del país, premiados y nominados. Había muchas personas y un clima emotivo y de euforia, aunque mucha gente con premiación no pudo estar presente por distintas razones, como la distancia. La verdad que lo vivido fue como una caricia para continuar dando lo que uno tiene con más fuerza y convencimiento.

julio foto

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