La cifra que dio a conocer el Indec, implica un aumento respecto al 39,2% que se había registrado un año atrás. La indigencia llegó al 11,9 por ciento. Se espera un impacto mayor en los próximos meses por la inflación y la recesión.
La pobreza subió al 41,7% a fines del 2023 y afectaba a 19,5 millones de personas, según el INDEC.
El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 31,8%.
Dentro de este conjunto se distingue un 8,7% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 11,9% de las personas.
Con respecto al primer semestre de 2023, la incidencia de la pobreza registró un aumento tanto en los hogares como en las personas, de 2,2 y 1,6 puntos porcentuales, respectivamente.
En el caso de la indigencia, mostró un aumento de 1,9 puntos en los hogares y de 2,6 en las personas.
A nivel regional se observó un aumento de la pobreza y la indigencia en todos lados.
Según el INDEC, se evidenció que en promedio «el ingreso total familiar aumentó 69%» y «las canastas regionales promedio aumentaron 81,6% (Canasta Básica Alimentaria) y 75,8% (Canasta Básica Total)».
La cantidad de chicos de 0 a 14 años en la pobreza llegó a un 58,4%, lo que implica que en todo el territorio nacional hay 6,5 millones de chicos pobres.
Son 500.000 más que un año atrás. y casi 750.000 más que cuando Alberto Fernández y Cristina Kirchner reemplazaron a Macri.
El empobrecimiento de la población subió a pesar de una mayor cantidad de controles de precios, el aumento de los planes sociales, nuevas moratorias jubilatorias, un tipo de cambio atrasado y servicios públicos completamente subsidiados.
A esto se sumó, una fuerte emisión de moneda para sostener artificialmente el consumo. Todo eso no logró evitar la caída de los ingresos de los trabajadores en medio de una inflación galopante que terminó triplicándose en el último año de gobierno (fue de 211,4%).
A fines de 2022, un trabajo de la UCA y la UBA calculaba que este nuevo fenómeno alcanzaba al 27,3% de los ocupados.
Ese estudio indicó además que los ocupados en hogares perceptores de política social pasaron de 3,8% en 2003 a 19,3% en 2022. Es otro indicio del ajuste que se profundizó sobre los ingresos.
En 2023, los sueldos –según el índice Salarios del Indec– tuvieron un año malo. Los trabajadores públicos reflejaron una caída real de 20,2%; los privados, una del 14,7%, y los trabajadores informales, una del 31%.
El desempleo bajó 5,7%. Sin embargo, el empleo que creció es el precario; cambió en su composición: avanzó el público y cuentapropista, pero se mantuvo estancado –desde 2011- el formal privado.
El gobierno de Javier Milei llegó en diciembre pasado con el mandato de impulsar un fuerte ajuste –vía «motosierra» y «licuadora»- y sincerar los precios.
La devaluación de diciembre, sumada a la eliminación de programas oficiales, implicaron una fuerte caída de la remuneración promedio del sector privado (29%). Fue la peor en 29 años.
Una encuesta de SEL Consultores de fines de febrero pasado, indicó que las empresas privadas prevén aumentos de salarios para este año entre 195% y 197% para personal fuera y dentro de convenio respectivamente. Se trata de aumentos por debajo de la previsión de inflación que las consultoras y el Banco Central (BCRA) tienen para este año (llega a entre 206,3 y 212,7%).
Son varios los que estiman que la pobreza ya se habría profundizado aún más en la Argentina. De hecho, la UCA estimó que el nivel de pobreza, pasó del 44,7% en el tercer trimestre de 2023, al 49,5% en diciembre y al 57,4% en enero, según su informe de Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario posdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y enero 2024.
Todo indica que cuando el INDEC vuelva a informar la pobreza, con el dato a mediados de este año, el índice habrá aumentado otra vez.