Mientras realizaban su caminata diaria, Pedro Dinis junto con su perro, encontraron algo impactante. Un perro mastín había sido enterrado vivo en Carrieres -sur -Seine, al oeste de París.
El mastín fue cubierto con piedras, cables y había sido amarrado a un saco de grava para evitar que se escapara. Gracias al olfato de la mascota de Dinis, el mastín pudo ser liberado.
«Sólo su cabeza era visible y difícil de reconocer por la cantidad de tierra que lo cubría», compartió Pedro en su cuenta de Facebook, donde también mostró las fotos que han causado indignación mundial.
Luego del incidente, la Policía localizó al dueño del mastín, quien tiene 21 años y podría ser obligado a pagar una multa de más de 32 mil dólares por violencia animal. Según declaraciones del acusado, el perro se escapó.
Por su parte, el veterinario que atendió el caso expuso que el can enterrado tiene aproximadamente 10 años de edad y padece artritis. «Es imposible que el perro se haya escapado por sí solo por su condición médica».