Piden que se les pague con el producto de lo vendido en los remates judiciales, y que se aclare el robo de una maquinaria valuada en 6 millones de pesos ocurrido en enero pasado.
De las 37 personas que se quedaron sin trabajo en octubre del año pasado tras la quiebra de la Cooperativa Tambera Gualeguaychú (Cotagú), sólo cuatro pudieron reinsertarse en el mercado laboral. Ninguno recibió el telegrama de despido del y luego de larga gestiones recién ahora comenzaron a cobrar un fondo de desempleo.
Pero el reclamo ahora es puntual: piden que se les abone lo adeudado con lo que se vendió en los dos remates judiciales que se efectuaron en las instalaciones de la planta y que se aclare el robo, ocurrido en enero de 2019, de una maquinaria valuada en unos 6 millones de pesos.
«La situación es desesperante para quienes trabajamos buena parte de nuestra vida en la tambera. Si bien éramos conscientes de que los días de la cooperativa estaban contados, pensábamos en armar una nueva cooperativa y seguir adelante. Lamentablemente, esto no fue posible y la Justicia decretó la quiebra. Pero la promesa de que los trabajadores iban a percibir determinados montos de dinero luego de los remates judiciales, no se concretó», se quejaron Néstor Chichizola, Mauricio Llorens, Germán Molina y Marcelo Scrney, ex empleados de Cotagú, en diálogo con ElDía.
«El 23 de octubre nos quedamos sin empleo, y desde entonces no hemos cobrado un solo peso en concepto de indemnización. Ese día, la Justicia se hizo cargo de la quiebra y nombró al contador Horacio Larrivey como síndico, pero hace cinco meses que no cobramos», reclamaron.
«Para cobrar el magro fondo de desempleo tuvimos que llevar una copia del edicto publicado en el boletín oficial a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) para que el organismo nos reconozca como desocupados», explicaron. El fondo de desempleo que perciben es de $4.600 en algunos casos y de $3.900 en otros. «Lo que nos pagan es una burla. Trabajamos toda una vida, hicimos nuestros aportes y nos dan una limosna», reclamaron.
La otra queja de los ex empleados tiene ribetes policiales: en enero pasado se produjo el robo de unas maquinarias en donde estaba la planta. Las mismas están valuadas en unos 6 millones de pesos, pero por ahora el hecho sigue impune y no hay una sola pista sobre los autores del robo.
«El hecho seguramente lo cometió alguien que conoce del tema, porque sacaron las máquinas y los tableros que correspondían a las mismas. Cuando se presentó la quiebra entregamos todas las llaves de acceso y las internas a la sindicatura, pero no se dispuso de personal de seguridad para custodiar los bienes, porque el síndico consideró que era algo costoso. Resultado de esto se llevaron maquinaria muy valiosa y que solo puede ser utilizada en establecimientos lácteos», denunciaron.
Los remates judiciales
«Se efectuaron dos en las instalaciones de la fábrica», remarcando los ex trabajadores de Cotagú. «Según lo informado por nuestros abogados, tenemos privilegios especiales y generales para el cobro de lo recaudado en los remates deduciendo los gastos que demandan los mismos, como el pago de la comisión al martillero».
La primera de las subastas fue el 21 de diciembre y la segunda el 21 de marzo. En dichos remates, se vendieron vehículos, mobiliario, heladeras, mostradores, balanzas y tanques cisternas, entre otros elementos.
«Según nuestras cuentas, se recaudó una cifra cercana a los 4 millones de pesos, pero nunca nos informaron lo recaudado. Igualmente, estuvimos presentes en los dos remates para seguir todo de cerca», argumentaron.
«Desde la sindicatura nos prometieron que iban a pagarnos en marzo, pero todavía no hemos percibido nada», lamentaron.