Con un QR se podrán hacer pagos con todas las tarjetas. Se cambia el sistema para cargar pesos en las billeteras y habrá un certificado de plazo fijo electrónico a ser utilizado por las fintech.
El 30 de abril es vencen las prórrogas que el Banco Central hizo a la entrada en vigencia a tres normas que cambiarán el uso de las billeteras digitales y que fueron el foco que reavivó la siempre vigente pelea entre bancos y fintech durante 2023.
Se trata de la entrada en vigencia de la inclusión de las tarjetas de crédito al QR interoperable para hacer pagos, la eliminación del sistema Débito Inmediato ( Debin) que actualmente usan muchos usuarios de billeteras virtuales para «fondearlas» y su reemplazo por otro sistema, llamado «Transferencias Pull»; y por último, de Certificado Electrónico para Depósitos e Inversiones a Plazo (CEDIP), que permitirá usar a este tipo de colocaciones como un medio de pago.
Todas estas iniciativas habían sido lanzadas por la gestión anterior del BCRA y habían quedado en un limbo, luego de fuertes tironeos entre el sector bancario, las fintech y el propio regulador en el cambio de Gobierno. La premisa que había usado el Directorio del Central en los primeros meses, después del arribo de Santiago Bausili, fue la de «ocuparse de lo urgente», por lo que las decisiones sobre este tema fueron postergadas.
Ahora, dos directores del organismo adelantaron que ninguna de estas normas será postergada o revisada, por lo que desde el 1 de mayo, los usuarios verán cambios en sus billeteras. La suma de las tarjetas de crédito a la interoperabilidad de los pagos QR y la introducción de las transferencias pull son resistidos por el jugador más importante de las wallets, Mercado Pago, según publica el diario Clarín.
Hace más de seis meses, en el marco del mismo evento, una ejecutiva de Mercado Pago, Paula Arregui, había dicho que no había incentivos «técnicos ni comerciales» para que la fintech cumpliera con esta normativa.
Los bancos se quejan de que Mercado Pago, el impulsor del uso del código QR en el país y con mayor participación del mercado, ofrece «un sistema cerrado» y que no fomenta la apertura de otros medios de pago. En la empresa fundada por Marcos Galperín esgrimieron varias veces motivos comerciales para no adherir a esta iniciativa.
Al respecto, Pedro Inchauspe, aseguró: «La norma no está sujeta a una decisión del comercial. La interoperabilidad total forma parte de los objetivos del Banco Central». En esta misma línea, Pesce sostuvo: «Creemos que se trata de una acción de inclusión financiera directa».
La segunda norma que entrará en vigencia será el «apagón del Debin», una medida muy resistida por Mercado Pago, que hasta había llevado a la empresa a presentar una medida cautelar pare evitar que se reemplace al Debin por la funcionalidad de Transferencias Pull. «Es el primer paso al openbanking», remarcó Pesce y su par Inchauspe añadió: «La idea no es romper un sistema que usan hoy 7 millones de personas», sino dar una solución superadora. Sin embargo, remarcó: «El Debin deja de existir».
Por último, los directores del Central confirmaron que en mayo comenzarán a circular los primeros Cedip, unos certificados digitales de plazos fijos que permiten que estas colocaciones se puedan partir, transferir y endosar. «Tendrá la misma matriz que el echeq», dijo Pesce. Ambos explicaron que el BCRA trabaja en conjunto con la AFIP para cambiar la tributación de estos instrumentos, de manera que las transferencias de plazos fijos digitales no deban pagar el impuesto al cheque, y así puedan ser usado como medios de pago.