Empleada doméstica confesó que asesinó a un hombre porque la acosaba

Doce mujeres habían trabajado en los últimos nueve meses en la casa del hombre. Se supo que la víctima hacía propuestas sexuales a sus empleadas y en caso de no acceder se ponía estricto con el trabajo para que terminaran renunciando.

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Detuvieron a una mujer de 45 años que confesó haber sido la autora del crimen de Roque Mora, el hombre de 73 años que fue asesinado a puñaladas en su casa la semana pasada en la localidad de Plottier, provincia de Neuquén.

Hoy la mujer, que es madre y trabaja como empleada doméstica, será acusada por el Ministerio Público Fiscal, pero detrás del aberrante crimen asoma una oscura historia de acoso sexual, informa el diario LM Neuquén.

«Yo no lo quería matar», dijo la mujer cuando se vio rodeada por la evidencia que habían recolectado los pesquisas durante la investigación. La autora confesa, habría esgrimido una coartada donde aseguró haber estado el pasado viernes a la noche con una amiga. Al corroborar los datos, los policías le mostraron a la amiga unas imágenes de una cámara de seguridad donde pasaba una mujer por la comisaría séptima. La amiga, la reconoció por la ropa sin saber que la Policía tenía otra cámara donde la misma mujer ingresaba a la casa de la víctima en calle Rivadavia al 200 de Plottier.

A las cámaras de seguridad y el testimonio de la amiga se sumó el cruce de datos de las antenas de telefonía que la ubicaban a la presunta autora en la casa de Roque Mora, que hacía un mes había quedado viudo.

Acorralada por las evidencias, la mujer se quebró y confesó. En medio de un ataque de nervios comenzó a repetir una y otra vez que no lo había querido matar. Incluso, reveló su crimen delante de los médicos forenses que la examinaron anoche tras la detención.

El crimen
El homicidio de Roque Mora ocurrió, de acuerdo al informe de los médicos forenses, el viernes pasado entre las 21 y las 23, pero su hija recién lo encontró el sábado a las 11 muerto en su cama y con varias puñaladas.

Si bien a primera vista se informó que tenía unas 60 lesiones entre cortes y puñaladas, la autopsia confirmó que se trató de 20 heridas cortantes y unas 15 puñaladas.

Tras la denuncia inicial, las principales averiguaciones apuntaban la investigación a un homicidio en ocasión de robo. La familia de la víctima presumía que le podrían haber robado unos pocos ahorros que le quedaron tras muerte de la esposa, una cifra inferior a los 100 mil pesos.

De inmediato los investigadores comenzaron a reunir información de las cámaras de seguridad y en paralelo averiguaron qué personas habían estado trabajando en la casa asistiendo la esposa del hombre que pasó mucho tiempo postrada.

Así fue que se obtuvo un listado de unas doce empleadas que habían trabajado en los últimos nueve meses, dato que extrañó a los investigadores ya que por lo general se suele tener una o dos personas de confianza para asistir a una persona enferma.

Un secreto a voces
En la medida que se avanzó con las pesquisas y se fue entrevistando a las empleadas que había trabajado en la casa de calle Rivadavia al 200 se fueron enterando que la víctima hacía propuestas sexuales a sus empleadas y en caso de no acceder se ponía estricto con el trabajo para que terminaran renunciando.

«Hubo alguna que accedió, pero terminó renunciando igual porque el hombre se puso cargoso», reveló una fuente bajo absoluta reserva.

La historia impacta porque ni siquiera su familia estaba al tanto y se fueron enterando en la medida de que la investigación avanzaba.

Ayer tras admitir la mujer haber asesinado al hombre reveló detalles de las situaciones de acoso que soportó, por lo que esa noche acudió a la casa y se encegueció durante el ataque mortal.

Hoy está previsto que el Ministerio Público Fiscal formule cargos a la presunta autora confesa, pero aún quedan muchos elementos por analizar para definir la calificación y si será necesario solicitar la prisión preventiva.

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