El sinceramiento llega a los billetes

El nuevo gobierno anuncia la aparición de billetes de mayor valor (de $500 y hasta $1.000), una medida que el kirchnerismo se resistía a instrumentar para que no blanquear la inflación

billetes

El Banco Central (BCRA) comunicó que en junio saldrán al mercado los nuevos billetes de $200 y $500. Y en 2007 será el turno de los de $1000. La nueva impresión se inscribe dentro de la política de “sinceramiento” de la economía, según las autoridades.

En principio, lo que se busca es solucionar los problemas de circulación, ya que desde hace tiempo operar con billetes en Argentina se ha convertido en un cuello de botella.

El aumento de la emisión monetaria, que en el fondo supuso un proceso de “empapelamiento” de la economía, no se convalidó estos años con billetes de mayor denominación, ya que se siguió operando con el papel de $100 (el de mayor valor).

Así la moneda de curso legal no sólo perdió poder adquisitivo a causa del frenesí en la fábrica de billetes, sino que en el interín eso complicó todos las transacciones monetarias.

En esencia se fue creando una situación en la cual fue necesario tener cada vez más billetes en el bolsillo para pagar la misma cuenta. Se diría que los bolsillos de los argentinos se fueron engordando con papeles pintados devaluados.

Los entidades bancarias se han visto obligadas a duplicar la capacidad de los cajeros automáticos, las empresas de caudales a ampliar sus bóvedas, en tanto algunos empezaron a llenar mochilas y bolsos para mover “kilos” de papel moneda.

El billete de $100 resulta desde hace tiempo una expresión de valor demasiado pequeña frente a las necesidades transaccionales, afectando el  proceso de traslado de dinero y de su manipulación.

El billete con la cara de Julio Roca, el de mayor denominación, ha dejado de ser el símbolo de la fortuna que supo ser en 2001, tras la salida de la convertibilidad.

Inflación mediante, ha perdido su poder adquisitivo de forma constante y prácticamente ininterrumpida. De hecho ya no alcanza para pagar un kilo de asado, un frasco de café, una entrada al cine o una pizza de mozzarella.

El billete de $100 en la actualidad tiene el mismo poder adquisitivo que el que tenía el de $5 en la década del ‘90, según la Consultora Focus Market.

“Del valor nominal de $100 igual a US$100 poco quedó en los últimos 15 años, donde con el billete de mayor denominación en la Argentina hoy ya no se puede comprar un kilo de helado o una pizza, mientras que en los Estados Unidos con el papel más grande se puede adquirir ropa, calzados, accesorios o seguro médico, entre otros bienes y servicios”, explica Damián Di Pace, director de la consultora y asesor de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El kirchnerismo siempre se opuso a la medida de emitir billetes de alta denominación para no reconocer la inflación existente y para evitar, presuntamente, el efecto psicológico que genera manejarse con valores tan altos.

La última emisión de billetes lanzados por el gobierno anterior fue la serie “Tenemos Patria”, con la figura de Eva Perón en el billete de $100 y el que reivindica la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, en el de $50.

La tesitura del gobierno de Cambiemos es poner en circulación una nueva familia de billetes (que tendrá como motivos la fauna autóctona argentina) pero de mayor denominación.

La medida solucionaría las engorrosas operaciones en efectivo con los actuales papeles de $100. Pero al mismo tiempo convalidaría la inflación existente.

Fuente: ElDíaonline.com

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