El rojo de las cuentas públicas se incrementó en $841 millones por la suba de $1.100 millones para las erogaciones ordenado esta mañana en el Boletín Oficial
A 14 días del fin del plazo para presentar las bases del Presupuesto de Gastos y Recursos 2016 que aplicará el próximo gobierno, el oficialismo dispuso unilateralmente elevar las partidas de erogaciones del año en curso en poco más de $1.100 millones, pese a no contar con todos los recursos extrapresupuestarios para solventarlos. De ahí que se agranda el abultado déficit de las finanzas públicas en unos $836 millones.
La decisión fue comunicada esta mañana a través de la Decisión Administrativa 746publicada en el Boletín Oficial con la firma del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Economía, Axel Kicillof.
En los considerandos de la medida los funcionarios justifican que «por el Decreto 970 de fecha 29 de mayo de 2015 se incrementó el haber mensual del Servicio Penitenciario Federal» y por esa medida «se recomponen en forma directa los haberes de los jubilados, retirados y pensionados de la citada Fuerza de Seguridad». En este caso el resultado que surge de las 31 planillas anexas a la Decisión Administrativa 746 es de efecto neutro, porque se anula con el aumento previsto en las erogaciones en $252,9 millones con incrementos de ingresosde los aportes y contribuciones sobre la nómina salarial de esa repartición pública.
Pero también los ministros consideraron necesario elevar en $38,3 millones las partidas de gastos por parte de la Comisión Nacional de Valores, entidad autárquica actuante en la órbita de la subsecretaría de financiamiento de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía para atender gastos en personal y de funcionamiento, vinculadas con las tareas de «control y fiscalización de la oferta pública».
Además, los ministros incrementaron en $13,7 millones el presupuesto vigente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, organismo descentralizado actuante en el ámbito del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, «a los efectos de adecuar sus gastos operativos a las reales necesidades de ejecución y atender los servicios de la deuda correspondientes a préstamos contraídos con organismos internacionales de crédito» para controlar la «genuinidad de la producción vitivinícola». En este caso, el déficit incurrido es mínimo porque el INV obtuvo $11 millones con la venta de bienes inmuebles.
En cambio se incurre en abultados déficits presupuestarios con el aumento de las partidas en $6 millones para el Ministerio de Educación «a efectos de financiar gastos de infraestructura de la Universidad Nacional de San Martín; $300 millones para el Ministerio de Cultura, destinados a diversos programas de la cartera; $100 millones «para el Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas, organismo descentralizado actuante en el ámbito del Ministerio de Salud, para adquirir insumos médicos, medicamentos y otros gastos para la atención de pacientes»; $94 millones para adecuar los créditos a cargo del Tesoro a fin de modificar las transferencias correspondientes al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales– Incaa- y $300 millones para el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados –Inssjyp–, para reforzar el Plan a favor de la Madre y el Niño.
Semejante aumento del rojo presupuestario en $841 millones se solventará con el uso de «aplicaciones financieras» por $838,3 millones y de «fuentes financieras» por apenas 2,7 millones de pesos.
Desborde de las finanzas públicas
De este modo, una vez más se altera el presupuesto general de gastos para 2015, que acumula desde el inicio del año una suba adicional de $9.850 millones a las erogaciones aprobadas por el Congreso de la Nación. Sumada a la baja en $340 millones de los recursos originalmente previstos, determina un incremento del déficit fiscal en poco más de $10.000 millones.
Esa suma de casi u$s1.000 millones al cambio oficial luce insignificante a la luz del abultado desequilibrio acumulado en el primer semestre, y más aún respecto de los casi 300.000 millones de pesos que se prevé cerrarán el año antes de considerar las generosas transferencias de utilidades contables del Banco Central y de la Anses a la Secretaría de Hacienda, para que pueda mostrar un déficit menor.
Semejante desborde de las finanzas públicas, pese a que el total de los recursos tributarios creció por arriba de la tasa real de inflación, obedece a la relajación del gasto, propio de un año electoral, que mantiene un crecimiento superior a 40% respecto del año anterior. De ahí, el singular aumento de la emisión de pesos por parte del Banco Central, pese a que esa práctica contribuyó a atizar las expectativas inflacionarias y las subas simultáneas del tipo de cambio de pesos por dólar y de las tasas de interés.
Fuente: Infobae