El Consejo General de Educación (CGE) dispuso que en la jornada institucional que todas las escuelas realizarán entre los días 19 al 23 del actual se avance en definiciones escolares en torno a una “promoción acompañada” de los alumnos de modo de dejar atrás el clásico esquema de la repitencia como respuesta al fracaso del estudiante.
A través de un documento que Educación aprobó el miércoles 7 del actual, a través de la resolución N° 850, el organismo plantea que en la “actual situación epidemiológica, se torna imprescindible continuar implementando determinadas medidas de seguridad, higiene, prevención, de organización institucional y pedagógica curricular, en función de las recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales y provinciales, y atendiendo al derecho inalienable de la educación de toda la población”.
Y que para “asegurar la continuidad pedagógica en el marco de la unidad 2020/2021 de los estudiantes, es preciso tomar decisiones que garanticen los aprendizajes y la inclusión de la población más vulnerable, priorizando la organización por ciclos, por campos disciplinarios/áreas de conocimiento, ámbitos y núcleos de aprendizaje integración de contenidos trasversales”.
Así, el documento titulado “Acuerdos institucionales para la intensificación de la enseñanza en el marco de la promoción acompañada”, plantea que en las jornadas institucionales de febrero “las escuelas se dieron el espacio para organizar la vuelta a la presencialidad desde la modalidad mixta, a su vez los/as directivos para recibir a los equipos docentes y estos, a los grupos de estudiantes, lo que –sin dudas- requirió pensar por primera vez una institución con nuevas normas de cuidado”.
Educación sugiere que en la jornada institucional de abril hay dos momentos: el primero, para “pensar las revinculaciones en la escuela tras el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), la necesidad de recobrar las comunicaciones directas desde la afectividad y los diálogos que traen otras posibilidades para los procesos de aprendizaje, de enseñanza y de evaluación”. Y un segundo momento en el que se podrá “generar puentes entre las normativas sobre la promoción acompañada en el trimestre, las condiciones en que se enmarcan las trayectorias de los y las estudiantes, y el progreso de los aprendizajes”.
En Educación entienden que la “promoción acompañada se ha pronunciado como una de esas definiciones institucionales que por la historicidad de cada nivel, los formatos, las condiciones y organización se ha vuelto más o menos posible de poner en marcha, con lo cual entienden que la repitencia como tal no es la única opción; de hecho, su carácter refuerza socialmente las bajas expectativas de los estudiantes y de sus familias, que atribuyen el fracaso a incapacidad, imposibilidad, desvalorización y portación de ciertas etiquetas”:
“Categorizar a un individuo, o un alumno, y situarlo dentro del grupo de los ´buenos´, de los ´malos´, de los ´talentosos´ o de los ´no talentosos´ de los ´inteligentes´ o ´no inteligentes´ implica no sólo una descripción –arbitraria- de su situación actual, sino también una suerte de predicción sobre su situación en el futuro”.
“Evaluar formativamente –dice el documento del CGE- requiere ofrecer diferentes instrumentos evaluativos y observar el proceso diario de los estudiantes porque aprender y evaluar son constantes. La evaluación no es el resultado último sino que se va realizando durante el transcurso del tiempo compartido. Esto ayuda a los estudiantes a revisar sus producciones y a los docentes, a encontrarle nuevos sentidos a sus prácticas, distanciado de una mera calificación o número para pasar de año”.
Fuente: Entre Ríos Ahora