En Rafaela, despidieron los restos de Cristian Gómez; estuvieron sus compañeros y dirigentes del club de la capital entrerriana.
Durante la tarde gris de este lunes, gris para el fútbol argentino, en medio de un inmenso dolor, fueron despedidos los restos del futbolista de Atlético Paraná, Cristian Gómez, fallecido este domingo en el encuentro de su club ante Boca Unidos en Corrientes.
Fue un día difícil en la ciudad santafecina de Rafaela por la muerte de Cristian. El velatorio fue en la sala Sentir y arrancó a las 17, luego el cortejo pasó por el club Peñarol, del barrio Villa Rosa, donde jugó de adolescente.
Hubo un oficio religioso en la parroquia Santa Rosa de Lima, ubicado a una cuadra de Peñarol, del que participaron cerca de 400 personas.
Estuvieron todos los jugadores y dirigentes de Atlético Paraná, Alexis Niz en representación de Atlético Rafaela y representantes de todos los clubes de Rafaela. Hubo una corona de Lucas Aveldaño, rafaelino que fue compañero de niño de Cristian.
Hubo una bandera que decía «Patulo por siempre» y otra de Barra de la Plaza, de Peñarol.
Los restos de Cristian Gómez fueron sepultados en el cementerio Municipal.
El relato en primera persona
“Fue espantoso, horrible”, sintetizó ante Elonce TV, David Cáceres, uno de los dirigentes que encabezaba la delegación del club paranaense. “Es uno de los días más tristes para Atlético Paraná; estamos todos muy shockeados y conmocionados”.
Como responsable del plantel, Cáceres comentó que fue “una de las situaciones más difíciles de afrontar porque uno no se prepara para estas cosas, y cuando suceden, lo más importante es tener la cabeza fría para tomar decisiones con celeridad”.
“En el momento que se desvaneció estábamos con el vicepresidente del club, César Fontana, y otros dirigentes, como es la costumbre para acompañar la delegación; cuando vimos que se desplomó, no entendíamos la razón. Vimos cómo sus compañeros le hacían viento con las camisetas, la ambulancia entró y se lo llevó rápidamente”, sintetizó el dirigente.
De ahí en más, la tragedia. “Para saber qué pasaba, salimos detrás de la ambulancia. Era una situación delicada, los minutos se hacían eternos. Salió un médico a comentarnos que la situación estaba complicada, y minutos después, el deceso”, rememoró Cáceres.
Al consultarle al dirigente por la utilización del desfibrilador en la cancha, éste limitó: “El médico de nuestro plantel con la colaboración del médico del plantel de Boca Unidos, trataron de reanimarlo manualmente, pero no sabemos por qué no se utilizó el desfibrilador”.