Diego Ceballos, en su hora más difícil: «Estoy viviendo una pesadilla»

El árbitro del escándalo en la final de Copa Argentina entre Boca y Rosario Central concedió la primera entrevista luego de lo ocurrido. Dijo que desde entonces salió a la calle solo dos veces «y con miedo». Confirmó que recibió amenazas de muerte

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«Yo soy un tipo de bien, un tipo honesto, cometí un error. No quiero buscar excusas, me hago cargo de mi error, saqué la foto con un segundo…. yo vi que fue penal un metro y medio adentro», contó el juez que desató el escándalo tras el penal que le concedió a Boca en la final de la Copa Argentina.

«Quise hablar para la gente que no me conozca, hablarle desde lo humano, desde lo que es Diego Ceballos, un simple árbitro de fútbol. Se hablan muchas cosas y muchas cosas malas,hay un ensañamiento hacia mi persona que es totalmente terrible«, dijo en la entrevista exclusiva que le concedió al programa 90 Minutos de Fútbol, de Fox Sports.
La aceptación del error
«Cometí un error, un error en un deporte que es el fútbol, que me imagino que es el más apasionado de la Argentina y en el mundo. Lamentablemente lo cometí en una final y con dos equipos que para mí están entre los seis más grandes del país, entonces es tanta la pasión y la locura y más que nada salgo a hablar para defender a mi familia, a mi señora, a mis hijos. Mientras hablo me quiebro y no quiero que pase eso porque me siento muy fuerte de la cabeza, soy un laburante de toda mi vida pero estoy mal, hace siete días que estoy mal pero tengo el apoyo suficiente de todos mis compañeros y la vamos a pasar, me imagino».
El sueño derrumbado
«Estoy viviendo una pesadilla. En mi vida me pasaron cosas que siempre soñé. Yo me conformaba con ser árbitro de Primera B Metropolitana que era siempre la categoría que más me gustaba, la más apasionada, yo soy un apasionado del fútbol desde que soy chiquito, jugaba a la pelota pero como siempre fui medio tronco no me dio, iba a la cancha de Morón, de Almagro, de Estudiantes de Caseros… Siempre me gustó la Primera B y siempre soñaba con ser árbitro y llegar y con dirigir la Primera B. Como tuve la posibilidad de seguir ascendiendo de categoría dije ‘bueno, ¿por qué no del Nacional B y por qué no de Primera División, y por qué no internacional?’ y han pasado muchos profesores y directivos y todos me daban una categoría superior y bueno, soñando con todo esto, en el partido que no me tenía que pasar lo que me pasó, se me derrumbó todo en un partido».
Amenazas de muerte
«Desde aquella noche salí dos veces y con miedo. Uno está acostumbrado a lo de siempre… me ha pasado que fui a comer con mi señora o a pasear a un shopping con los chicos y el mismo que te putea en la cancha después te pide una foto, pero fueron tantas las amenazas y la agresividad que sí, me dieron un poco de pánico. Amenazas de muerte, mi señora tuvo que cerrar su Facebook, llamados telefónicos todos el tiempo y a cualquier hora, hemos cambiado de línea, una locura total. Decían que me iban a matar a mí, que iban a violar a mis hijos, esa demencia de decir cualquier ganzada y denuncié todo».
«Pusieron el teléfono de mi señora en una página oficial, con la foto de mis hijos, y la verdad que traté de abstraerme de todo pero apago el celular, lo prendo y tengo 200 mensajes… Pero la mayoría de buena leche, de gente que me conoce, que sabe que soy un tipo de bien y vuelvo a remarcar: cometí un error como he cometido en tantos partidos, nada más que en este…»
«A mi vieja también la amenazaron en el negocio, ella se pone como loca y los quiere ir a buscar. Eso me da mucha impotencia y bronca pero aunque estoy débil de cuerpo, estoy muy fuerte de la cabeza».
Un metro y medio adentro
«Yo soy un tipo de bien, un tipo honesto que sí cometí un grosero error porque a un árbitro de esa categoría no le puede pasar. No quiero buscar excusas, me hago cargo de mi error pero saqué la foto en milésimas de segundo y yo lo vi (el penal) un metro y medio adentro. Aparte terminé el partido con mis colaboradores, nadie en el momento me dijo nada, Marcelo (Aumente) tenía la duda de si fue falta o no y yo me di cuenta de lo que había pasado cuando terminó el partido. Los jugadores me decían que había sido dos metros afuera y yo pensaba‘no puede ser’. Llegué al vestuario con una locura bárbara y quería ver una imagen pero no tenía señal. Pude verlo una vez que llegué al hotel y no pude dormir…»
Su imagen pública
«Me jode que la gente piense que ando en algo raro. Vos ves adonde vivo (en referencia a Sebastián Vignolo, autor de la entrevista), si anduviera en algo raro no estaría viviendo acá. Es una locura que todos te culpan y vos primero sos inocente, demostrame por qué me culpas,por eso estoy tranquilo. Duermo mal porque era el partido que soñé y me fue mal, con eso sí duermo intranquilo pero después puedo apoyar la cabeza en la almohada».
Los costos del error
«Que hagan lo que tengan que hacer, yo estoy muy tranquilo. No van a encontrar nada (en referencia a una supuesta denuncia penal que recaería sobre su persona). Ojalá que todo esto pase lo más rápido posible para el bienestar mío y el de mi familia».
Su futuro como técnico
«El arbitraje es mi fuente de laburo, más allá de que tengo un emprendimiento, pero esta es mi vocación, es mi profesión, es lo que siento y no me quiero ir así. Nadie me dije todavía oficialmente que me echaron, sí me llegó que me sacaron del arbitraje internacional. Que hagan lo que tengan que hacer pero yo voy a luchar por lo mío. Respeto todas las opiniones y las noticias que mandan pero no veo la hora de ponerme bien de la cabeza, estoy bien pero quiero ponerme más fuerte que nunca. Quiero ir a entrenar, estar con mis compañeros y ojalá me toque una nueva designación… Lo que sí va a ser difícil es que no me voy a poder equivocar ni en un lateral… (dijo entre risas)».
No se imagina que el error de la final sea lo último de su carrera
«Sería totalmente injusto. Es como que un jugador tenga que definir una final de un Mundial y tire la pelota afuera y se le termine la carrera como futbolista… Lo mío es el árbitro, es la autoridad, no me tendría que equivocar, pero me equivoqué, cometí un error y es simplemente eso, es muy difícil que la gente apasionada lo pueda entender pero al menos quiero que me escuchen (en referencia a la gente de Central), algunos capaz que sí y otros me estarán diciendo cualquier barbaridad».
La defensa pública que hizo su madre
«Me hablas de mi vieja y viste… yo perdí a mi viejo y bueno, mi vieja saltó como una leona y no sabía yo que iba a hablar. Si me hubiera dicho le decía que no pero a mi vieja le puedo perdonar todo porque me dio la vida, es lo que siento. ¿Sabés lo que hace mi vieja? Yo siempre hablo de mis asistentes, para mí es lo máximo que tengo porque somos un equipo, somos ocho ojos, yo tengo la máxima responsabilidad y me hago cargo de mis errores, pero mis asistentes, ¿sabés lo difícil que es ser asistente?, yo no podría ser asistente, tiene una jugada y la tiene que acertar, y yo tanto le hablo de mis asistentes que entonces todos los viernes me da tres cajitas de bombones y la llevo para la cancha y se las doy a cada uno a nombre de mi mamá».
Dirigiría mañana
«Si me mandan mañana a dirigir, voy. Y voy a tratar de hacer las cosas de la misma manera que quise hacer en la final, con las mismas ganas. El árbitro convive con el error, siempre va a haber errores, pero trato de equivocarme lo menos posible».
La tecnología
«La tecnología me hubiera ayudado en la jugada de Peruzzi (el penal). Pero ojo porque en el Mundial de Rugby con tecnología y todo igual se equivocaron. La falta existió pero no el penal porque no fue adentro del área pese a que yo la cobré convencidísimo».
Lágrimas de impotencia
«Lloré mucho la primera noche y a veces cuando me pongo a hablar pero no tanto, no estoy tirado en un rincón».
Excusas
«Vi millones de veces la jugada y le busco una excusa porque los árbitros siempre tenemos excusas pero en este caso no había».
Fuente: Infobae

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