La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció este sábado a la tarde en la localidad bonaerense de Quilmes en un evento por la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner. Algunos de los pasajes más salientes de su discurso.
“A todos los compañeros, militantes y compatriotas en general les pido por favor que aunemos esfuerzos. Es necesario rediscutir el país que queremos, tenemos una inmensa responsabilidad como oposición de rediscutir ese país. Reconociendo lo que hicimos, admitiendo lo que nos faltó y mirando para adelante. Siempre hay que mirar para adelante”.
“No tendríamos tantos universitarios si no hubiéramos creado las universidades que creamos. También tenemos que rediscutir en la escuela primaria y secundaria. Tenemos que discutir en serio la educación, porque los recursos son escasos. El presidente habla de adoctrinamiento en el colegio. Si hubiéramos adoctrinado en el colegio, él no sería presidente. Hay que estudiar, formarse y salir a discutir, pero no pelotudeces. Están discutiendo para ver cómo cambian la vida de los dirigentes, hay que trabajar y discutir para mejorar la vida de la gente”.
“En 2019 teníamos que reconstruirnos y se ganó, pero el problema es quien pensó que nos votaron por los buenos modales, y no fue así. Entonces cuando vos crees que fue por buenos modales y que todo lo otro hay que dejarlo de lado, terminamos como terminamos. Me hago cargo de todo, no le esquivo el bulto a nadie ni a nada. Siempre voy de frente, no soy de los que tiran la piedra y esconden la mano. Dirigentes y militantes tienen que estar preparados. No es hora de reproches, es hora de reflexión”.
«Por más que el presidente haga carita y se enoje, el gobierno no tiene plan de estabilización. Cuando uno mira al gobierno de hoy, no les falta uno para el peso, les falta 30, 40, 60 o 90 para el peso. El presidente tiene que comprender que tiene que darle un golpe de timón a esta política. En el discurso del lunes en cadena nacional, dijo que la recuperación y el crecimiento van a venir de cuatro lugares. Petróleo, gas, minería y el campo. Nos preanuncia una economía de carácter extractivista, precapitalista. Me hace acordar a la argentina del Virreinato del Río de la Plata. Más que anarcocapitalismo, me suena a anarcocolonialismo, en eso no estamos de acuerdo».
«¿Qué pasó con las prepagas? Debió haber dejado sin efecto con un DNU la parte de prepagas y retomar la capacidad del Estado para regular el precio de las prepagas. El presidente es muy dogmático, él quiere acomodar la cabeza al sombrero. La cabeza no se achica, agrande el sombrero. Y si lo hace, lo vamos a ayudar. Queremos que le vaya bien. Si le va mal a usted, le va a ir mal a todos los argentinos».
“Cuando llegamos al gobierno con Néstor sabíamos que no íbamos a tener legitimidad de origen, pero sabíamos que íbamos a construir legitimidad de gestión, haciéndonos cargo de lo que teníamos que hacer. Te pudo haber votado el 60%, pero si después cuando sos gobierno la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, aumenta la desocupación y no llega a fin de mes, ¿de qué sirve?”.
“Escuché al presidente congratularse por el superávit fiscal. Es como no pagar el alquiler, la luz, el agua, las expensas. No tenés superávit hermano, no es cierto. Mirá todo lo que debés. No tenés superávit. En este país, en los seis años que hubo superávit fiscal gobernó Néstor Kirchner y quien les habla. 2003, 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008. Y en 2008 se cayó el mundo, crisis global. No se pudo sostener. El presidente nabla de hazaña histórica por un trimestre. Y nosotros lo hicimos seis años, pero no fuimos héroes nacionales. Nadie desconoce la legitimidad y origen del presidente. El voto popular es inapelable, pero necesita legitimarse en la gestión”.
“No hay mejor manera que recordar a quién fue mi compañero de mi vida con gestión, trabajo y obras. Felicitaciones y agradecimiento en mi nombre y mis hijos por haber recordado a mi compañero. Cuando recibí la invitación de Mayra, esa misma noche, escuché al presidente en cadena nacional y me decidí a venir acá para reflexionar sobre este particular momento. Es inútil el sacrificio al que está siendo sometido nuestro pueblo. Siento como si estuviéramos en el Juego de la Oca, que hemos retrocedido. Es empírico sobre lo que quiero reflexionar, no es ideológico”.