Los sucesivos aumentos de precios en surtidores impactaron en los volúmenes de despacho de nafta y gasoil del país.
Tras los sucesivos incrementos de más de 140% que aplicaron las petroleras en los surtidores desde noviembre, el consumo de nafta y gasoil registró un desplome del 20% promedio en todo el país.
La desregulación de los precios implementada por el gobierno de Javier Milei echó por tierra las subas pautadas por la gestión de Alberto Fernández durante buena parte de 2023. La estrategia del entonces ministro de Economía, Sergio Massa, consistía en que las empresas ajustaran los valores por debajo de la inflación general. Como contrapartida, las firmas se veían beneficiadas con el congelamiento del impuesto a los combustibles, publicó Perfil.
Consultado por este medio, el gerente general de la Confederación de Entidades de Comercialización de Hidrocarburos y Afines (CECHA), Guillermo Lego, sostuvo que desde mediados de diciembre y en lo que va de enero, las estaciones de servicio de distintas provincias informaron una caída generalizada de 20%.
A propósito de cómo seguirá el sendero de aumentos en las próximas semanas, el referente de los estacioneros evaluó que puede darse mediante dos mecanismos diferentes: la actualización de la carga impositiva sobre la nafta y el gasoil y la disparidad entre el barril criollo y el crudo internacional.
Por otro lado, si bien se reportaron bajas del precio de los combustibles en las pizarras de algunas estaciones de servicio a lo largo y ancho de la Argentina, desde CECHA indicaron que no se trata de un fenómeno generalizado sino puntual de determinadas localidades.