Alerta por billetes falsos de $1.000: ¿cómo detectarlos?

El Banco Central detalló las medidas de seguridad para identificarlos correctamente.

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Se multiplicaron en las últimas horas los comentarios sobre la circulación de billetes falsos. En las últimas horas, una gran cantidad de vecinos comenzaron a realizar advertencias en las redes sociales sobre la circulación de billetes falsos fundamentalmente de 1.000 pesos.

Según informó el Banco Central todos los billetes tienen un tamaño uniforme de 155 mm de ancho y 65 mm de alto. El papel utilizado es 100% de fibra de algodón, con un peso de 83 gr/m2, exento de fluorescencia a la luz ultravioleta, con una impresión en tres etapas sucesivas, bajo sistemas de impresión offset, calcografía y tipografía.

 

El billete naranja con la figura del hornero salió a la calle el 30 de noviembre pasado. “Es un pájaro emblemático que se distingue por el potente nido que construye, su casita de adobe. Esta ave sudamericana en 1928 fue denominada Ave Nacional por la organización conocida como Aves Argentinas”, resaltó la entidad monetaria.

 

Para evitar inconvenientes con los “naranjitos”, el Central recordó las principales medidas de seguridad a tener en cuenta, para saber si es falso o válido.

 

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– Microletra: “BCRA$1000…” dentro de la rama sobre la que se apoya el hornero y su nido y “BCRA” dentro del valor 1.000.

 

– Marca de agua: se observa al trasluz. Reproduce el retrato del hornero y la denominación “1.000” en tono muy claro.

 

– Motivo de complementación frente-dorso: la huella del hornero se completa por transparencia con el reverso.

 

– Hilo de seguridad principal: aventanillado, presenta una flor y el valor 1.000. Se observa un efecto dinámico al mover el billete.

 

– Impresión calcográfica: el retrato del hornero y las flores presentan relieve perceptible al tacto.

 

– Identificación para personas con discapacidades visuales: valor en número romano y código con relieve perceptible al tacto.

 

– Imagen latente: las iniciales RA pueden apreciarse cuando se observa el billete con luz rasante.

 

– Tinta de variabilidad óptica: el valor en números y letras “1.000 MIL PESOS” cambia de color del verde al azul al mover el billete.

 

– Hilo de seguridad secundario: integrado, solo se percibe al trasluz y presenta el texto “1000 BCRA”. Además, el reverso presenta las siguientes medidas de seguridad:

 

– Numeración vertical: en color rojo, con luminosidad roja a la luz ultravioleta.

 

– Numeración horizontal: tinta negra con luminosidad amarilla a la luz ultravioleta.

 

– Motivo principal del reverso: recreación artística de la llanura pampeana.

Fate entró en procedimiento preventivo de crisis y podría despedir a más de 400 empleados

La próxima audiencia en la Secretaría de Trabajo se va a realizar el 21 de febrero.Luego de solicitar la apertura de un procedimiento preventivo de crisis frente a la Secretaría de Trabajo, la empresa Fate —la principal fabricante de neumáticos del país— presentó un informe sobre su complicada situación económica donde evalúa, entre otras opciones, la posibilidad de despedir a unos 430 empleados.

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Así lo precisaron fuentes sindicales. «Dentro del procedimiento preventivo se incluyen distintas opciones. Una es el despido de 430 personas. La empresa quiere reducir un turno y dejar de trabajar el fin de semana», explico Alejandro Crespo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna).
La empresa cuenta actualmente con unos 1.650 empleados bajo convenio. Su planta industrial está ubicada en la localidad de San Fernando, tiene una capacidad productiva de más de 5 millones de neumáticos por año y es proveedora de los principales fabricantes del país como Peugeot, Renault, Volkswagen, Ford y Mercedes Benz, entre otras.

De capitales argentinos, la compañía es parte del Grupo Madanes, un holding de empresas que incluye a la productora de aluminio Aluar y a Hidroeléctrica Futaleufú y que es liderado por el empresario Javier Madanes Quintanilla.
«Creemos que la fábrica, como sucede en la producción de neumáticos, tiene un momento de baja, donde acumula mucho stock como ha sucedido varias veces. Se aprovecha este momento de crisis para intentar modificar las condiciones de trabajo de la planta. No vamos a negociar despidos», aseguró Crespo.

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Desde la Secretaría de Trabajo detallaron que se va a seguir trabajando en el tema y se va a realizar una nueva audiencia el 21 de febrero. El procedimiento preventivo de crisis puede ser solicitado por las empresas antes de comenzar un proceso de despidos o suspensiones. En el caso de empresas de más de 1.000 trabajadores, se puede pedir cuando afecta a más del 5% de su personal.
Por un decreto de noviembre del año pasado —el mismo que obligó al sector privado a otorgar un bono de $5.000 a sus trabajadores— las empresas deben informar los despidos al Ministerio de Producción y Trabajo. De acuerdo con información de la cartera laboral, desde esa fecha fueron notificadas 7.666 desvinculaciones sin causa.

«Forman parte del conjunto de desvinculaciones y vinculaciones habituales que tienen lugar todos los meses en el mercado de trabajo. Hasta diciembre, no existe una variación en la cantidad de despidos sin causa según los datos relevados», dijeron en el ministerio que dirige Dante Sica.

Prevén que el empleo privado seguirá cayendo en 2019: industria, construcción y comercio serán los sectores más afectados.

Debido a que la contracción de la actividad se extenderá por varios meses, se espera que el empleo privado siga sufriendo caídas en 2019, en especial en la primera mitad del año y en los sectores productivos.

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“El empleo privado verificaría una contracción del 0,5 por ciento interanual este año, con la mayor baja concentrada en el primer semestre (-0,9 por ciento interanual)”, estimó la Fundación Capital en un informe. La caída del empleo este año se intensificará después de que en noviembre se registraran 172.000 empleos formales menos respecto del mismo mes del año anterior, de los cuales 118.000 eran del sector privado. Una merma que se profundizó en diciembre en los principales centros urbanos (-2,3 por ciento en diciembre, -1,3 por ciento en el segundo semestre de 2018), según la entidad. Las perspectivas de contratación son las más débiles que se hayan informado desde hace 12 años, con una baja de 6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior y 12 puntos porcentuales en comparación con la cifra de hace un año.
La caída se debe a que se prevé una contracción en la actividad económica de 3,1 por ciento interanual en el primer semestre, lo que “continuará incidiendo negativamente sobre un mercado laboral ya debilitado”.

Los retrocesos en la cantidad de empleados se verificaron primeramente en las empresas de menor tamaño, pero las grandes firmas finalizaron el 2018 con importantes bajas. “Si bien el empleo demoró en registrar una baja tras la fuerte caída en la actividad, a partir de septiembre el impacto se sintió en el mercado laboral”, indicó el informe.

En el acumulado a noviembre la cantidad de trabajadores formales se incrementó un 0,8 por ciento interanual, pero a partir de septiembre comenzó el proceso de destrucción de empleo, al caer 1,4 por ciento en noviembre y 0,9 por ciento en el período septiembre a noviembre.

En tanto, se destacó que el sector público fue el último en registrar un descenso en su dotación de personal, mientras el privado presentó la mayor destrucción de empleo.

La participación del empleo privado en el total de los formales pasó de representar el 55,1 por ciento en 2012 al 50,8 por ciento en 2018. En cambio, los trabajadores independientes incrementaron su participación en 1,3 puntos (pese a que desde octubre comenzaron a registrarse bajas anuales, que se intensificaron en noviembre, con un 0,5 por ciento) y los empleados públicos, en 1,9 puntos (aunque en noviembre el plantel se redujo en 7.000 empleados o 0,2 por ciento interanual).

“Si bien los retrocesos en la cantidad de empleados se verificaron primeramente en las empresas de menor tamaño, las grandes firmas finalizaron el 2018 con importantes bajas. Por último, debe señalarse la contracción más pronunciada en la industria y su consecuente pérdida de participación en la absorción de empleo privado”, agregó Fundación Capital.

Las firmas de menor tamaño (entre 10 y 200 empleados) habían comenzado a mostrar bajas desde julio pasado (-1,5 por ciento). En las grandes empresas, las caídas recién se verificaron desde septiembre profundizándose hasta alcanzar un nivel similar al resto de las firmas en diciembre (-0,8 por ciento).

En tanto, son los grandes generadores de puestos de trabajo donde se registran las mayores caídas: la industria manufacturera (-5,2 por ciento en noviembre o 62 mil trabajadores menos respecto de un año atrás) acumula casi tres años consecutivos de disminución en la cantidad de trabajadores. La construcción (-4 por ciento o 19 mil trabajadores). El comercio (-2,6 por ciento noviembre).

Expectativas

Una reciente encuesta de SEL Consultores coincidió en la reducción de personal en las grandes empresas. “Un tercio de las empresas redujeron las dotaciones de personal el año pasado. Para este año, dos de cada diez empresas siguen esperando que sus dotaciones sigan disminuyendo”, dijo María Laura Cali, directora Ejecutiva de SEL Consultores.

“En el mejor de los casos será un año en que se mantendrá el empleo. Son pocas las que esperan un aumento y sigue habiendo una proporción significativa que espera seguir disminuyendo sus dotaciones”, aseguró Cali.

Si bien las expectativas de reducción de personal para 2019 son menores que para 2018, Cali resaltó que las respuestas a principio de año suelen ser benévolas al contrastarlas con lo que efectivamente sucede en el año. Además se explica porque “las empresas ajustaron mucho las dotaciones”, agregó.

Según había detectado ManpowerGroup, los empleadores argentinos eran pesimistas para el primer trimestre de 2019: un 8 por ciento de los empleadores preveía aumentar su dotación, un 11 por ciento anticipaba una merma y un 77 por ciento no anticipa cambios en su plantilla, lo que arroja una expectativa neta de empleo de -4 por ciento ajustada por estacionalidad.

“Las perspectivas de contratación son las más débiles que se hayan informado desde que se inició la encuesta hace 12 años, con una baja de 6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior y 12 puntos porcentuales en comparación con la cifra de hace un año”, indicaron en la consultora que el 12 de marzo lanza los resultados para el segundo trimestre.

Becas Progresar: el gobierno decidió no aumentar los montos en 2019

Durísimo ajuste: pese a los casi 50 puntos de inflación, Macri decidió no aumentar ni un centavo el monto de la beca.

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El Gobierno nacional oficializó este martes la convocatoria para obtener las becas Progresar, la asignación para estudiantes que cursen niveles de educación superior o quieran terminar las instancias de formación obligatoria.

 

De acuerdo a lo dispuesto en el Boletín Oficial, los montos mensuales que pagará el Estado a los beneficiarios serán lo que rigen desde febrero de 2018 e irán de los $1250 a los $4900 mensuales, para aquellos que estén por finalizar carreras consideradas «estratégicas».

 

De acuerdo con la Resolución 7/2019 publicada este martes, la convocatoria a inscribirse a las becas estará abierta entre el 1 y el 31 de marzo. Como la asignación de diez pagos mensuales es anual, los beneficiarios de 2018 que quieran conservar la asignación deberán volver a anotarse y demostrar que cumplieron con los objetivos de cursada y aprobación de materias planteados.

 

Voceros del Ministerio de Educación que conduce Alejandro Finocchiaro confirmaron a TN.com.ar que los montos de las becas serán los mismos de 2018, a pesar de que la inflación de ese año fue del 47,6%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -Indec-.

 

Las becas Progresar están destinadas a estudiantes de entre 18 y 24 años, aunque quienes ya estén dentro del programa podrán mantener el beneficio hasta los 30 años para finalizar sus estudios. Los beneficiarios deberán contar con un ingreso familiar de hasta tres salarios mínimos -$33900, en la actualidad-.

Para evitar fraudes, el Gobierno digitalizará las pensiones por invalidez

Luego de no poder hacer un recorte compulsivo, la gestión de Macri busca otra alternativa para controlar las pensiones de personas con discapacidad.

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El Gobierno se apresta en los próximos días a digitalizar los registros de las pensiones por invalidez. El objetivo será depurar el padrón de beneficiarios y detectar posibles fraudes.

Tras el fallido intento de 2017 de hacer un recorte compulsivo e inconsulto en la nómina de pensionados, ahora la gestión del presidente Mauricio Macri propone el camino inverso: que sean los beneficiarios los que revaliden su pensión mediante un trámite online que le permita al Estado actualizar y controlar la información.

 

Las pensiones no contributivas por invalidez son otorgadas a las personas con discapacidad que están imposibilitadas de trabajar, que tienen una situación económica vulnerable y que no reciben ningún otro tipo de ingreso.

 

Hasta ahora, se otorgaban mediante la presentación de un certificado médico y son de forma vitalicia.

 

Siempre de acuerdo a los registros oficiales, los beneficiarios de este tipo de pensiones se multiplicaron por siete en los últimos nueve años del kirchnerismo: de unos 150.000 en 2006 a unos 1.050.000 en 2015.

 

La Agencia Nacional de Discapacidad emitió el viernes pasado una resolución para crear un nuevo Formulario Certificado Médico Oficial (CMO) dentro del Sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE). Ahora trabaja en la redacción de una nueva normativa para obligar a los beneficiarios a que actualicen su certificado médico y que registren su situación en el sistema online. El proyecto sigue aún en la etapa de elaboración, pero se estima que será divulgado en el corto plazo.

 

Los beneficiarios de la asistencia ya no podrán presentar su certificado médico obligatorio firmado por cualquier profesional. Deberán ahora acercarse a un hospital público, donde sus datos serán cargados mediante un «trámite a distancia», el mecanismo creado para informatizar los procedimientos en el Estado.

 

«No hablamos de altas o bajas, no hay un número a recortar. Lo que se debe hacer es una actualización de la información. Hoy no está mapeado el universo de pensionados y no se sabe quién puede necesitar un beneficio distinto», aseguraron a La Nación desde la Agencia de Discapacidad, conducida por Santiago Ibarzábal.

 

¿Cómo se efectuará la migración de los datos? Desde el Gobierno enviarán, de a tandas, notificaciones a los pensionados para que procedan a revalidar su situación. Darán, probablemente, 60 días para efectivizar el trámite. Se espera que las primeras cartas a los beneficiarios sean enviadas a partir de la segunda quincena del mes actual.

 

«La actualización de la información vendrá de la mano de la detección de posibles fraudes», señalaron fuentes oficiales, quienes evitan, por ahora, de mencionar posibles recortes.

 

En Cambiemos están convencidos de que durante el gobierno kirchnerista, la gestión de Alicia Kirchner al frente del Ministerio de Desarrollo Social, utilizó a las pensiones por invalidez para hacer clientelismo político.

 

El antecedente de 2017

 

La Justicia hizo lugar a los amparos y obligó al Estado a restituir los fondos por considerar que la medida se había ejecutado sin garantizar el debido proceso. La cartera que comanda ahora Carolina Stanley, de todas formas, ya había devuelto muchas pensiones por la controversia que generaron algunos beneficios suspendidos.

 

Luego de ese traspié, en septiembre de 2017, el Gobierno creó la Agencia de Discapacidad, bajo la órbita de la Secretaría general de la Presidencia, que encabeza Fernando De Andreis.

 

Sin embargo, en la práctica, el organismo muchas veces reporta a la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti.

 

La Agencia tiene un presupuesto para este año de $132.000 millones, $47.000 millones más que en 2018, según el Presupuesto.

 

«Si hay beneficios otorgados de forma irregular está bien revisarlos. Pero el problema de fondo es otro: hay personas discapacitadas que tienen mucha incertidumbre si consiguen un empleo porque pierden la pensión por invalidez y no siempre el trabajo resulta bien. Entonces, deberíamos pensar en una asignación universal por discapacidad, un apoyo del Estado a la discapacidad», señaló el presidente de la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (Asdra), Marcelo Varela.

 

Desde Fundación Discar, Demián Lijtman coincidió en que «lo más importante es ir hacia una integración real de las personas con discapacidad»

 

Y añadió: «Está bien que se haga una revisión, pero más importante es abordar el problema de forma integral, que aunque estas personas consigan un trabajo sostengan otros beneficios para tener una vida más plena».

 

Una agencia de control

 

Creada tras un traspié

 

El Gobierno creó la Agencia de Discapacidad luego del recorte de 71.000 pensiones. El objetivo es regularizar las pensiones por invalidez

 

La autoridad

 

El organismo está dentro de la órbita de la Secretaría General de la Presidencia, pero reporta a la vicepresidenta Gabriela Michetti

 

Presupuesto

 

La agencia tiene previstas para este año partidas por 132.000 millones de pesos

Nuevo aumento: YPF también subió el 1,6% sus combustibles

Suben las naftas. Ya se superó la leve rebaja aplicada en enero, aun cuando el crudo todavía está un 25% más bajo que en octubre y el valor del dólar se encuentra estable.

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A 48 horas del aumento del 2,09% que aplicó Shell el domingo, YPF decidió también subir los combustibles. En este caso, el alza promedio a nivel país será del 1,6%. En Capital Federal es del 1,7%.

YPF, igual que Shell antes, justificó los aumentos por la recuperación del 12% que se registró en la cotización internacional del petróleo en enero, en relación a los niveles tocados a fines de diciembre cuando el Brent llegó a cotizar en torno a los u$s 52 en el mercado de Londres. Ayer cerró a u$s 62,52.

De todas formas, es difícil entender los movimientos de las petroleras locales. En enero, YPF y las demás refinadoras aplicaron una ligera rebaja de alrededor del 1% en Capital Federal. La fundamentaron en la baja del petróleo que en ese momento cotizaba alrededor de u$s 58, con una rebaja de alrededor del 30% con relación a octubre cuando había trepado a u$s 83.
Rebajas en enero

La petrolera con mayoría estatal explicó a principios de enero esa rebaja, no solo porque había bajado el precio del crudo sino que también estaba absorbiendo los aumentos en los biocombustibles y en los impuestos.

En ese momento, se entendió que YPF y las otras empresas estaban buscando recuperar parte de lo no ganado en 2018, cuando hubo meses en que no trasladaron todo el aumento del petróleo y la variación del tipo de cambio, además de formarse un colchón preventivo por si no pudieran aplicar nuevas subas en los meses preelectorales.

Dicho de otra forma, se pensaba que las petroleras podían haber aplicado una rebaja más importante pero que no lo hicieron. Sin embargo, no se esperaba que con la estabilidad del tipo de cambio, y cuando el petróleo todavía cotiza casi un 25% por debajo de octubre, se produjeran nuevas subas en el mercado local.

En ese sentido, el aumento de Shell del domingo se justificó en que esta empresa no tiene petróleo propio en el país, y que por eso siente más el impacto de los cambios en el mercado internacional.

Pero el movimiento no se detuvo en Shell, y hoy seguramente se sumarán Axión y Puma a YPF. Así parece que al estar los precios liberados, las petroleras también quieren trasladar la inflación, aunque el dólar y el petróleo no se muevan, publicó Ámbito.

La inflación no da tregua y sigue en alza: estiman que será de al menos tres por ciento en febrero

Los diversos aumentos de tarifas dispuestos para febrero pusieron un freno en el proceso de desinflación que se viene registrando desde octubre, en un contexto de mayor restricción de liquidez, bajo el nuevo esquema de política monetaria que está implementando el Banco Central.

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Las consultoras privadas ya están estimando una cifra del 3 por ciento e incluso superior para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes que recién se inicia, luego de que enero cerrara en torno al 2,5 por ciento mensual, el número oficial se dará a conocer el 14 de este mes. La cifra se encuentra por encima de lo que habían anticipado los analistas en la publicación Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de diciembre, que reflejaba un número más cercano al 2,4 por ciento para el segundo mes del año.
Esto indica que lo más probable es que se verifique un aumento en las expectativas para los próximos meses en el indicador de enero y podría llegar a superar el 30 por ciento – en la última publicación se esperaba un 28,7 por ciento- para todo 2019.

Fuentes del Banco Central señalaron al diario Ámbito Financiero que desde el organismo consideran que están en el camino correcto y que seguirán operando con “cautela”, una de las palabras que ya se ha vuelto habitual en los comunicados o en los discursos de los funcionarios del organismo, ya que consideran que “no hay margen de error”.

Vale recordar que a principios de febrero se registraron diversos aumentos, que tuvieron un impacto sobre la evolución de los precios y sobre el poder adquisitivo. Entre estos incrementos se encuentran el de la tarifa de luz, que subió 26 por ciento promedio (en algunos casos llegó hasta el 32 por ciento), en Buenos Aires los boletos de colectivos y trenes, al cual se sumará el de los subtes, y las prepagas, que anotaron un ajuste del 5 por ciento a partir del viernes. A estas alzas hay que sumar la del precio de las garrafas, que en el caso de 10 kilos tendrá un costo de 160,28 pesos para el fraccionador, 240,97 pesos para el distribuidor y 267,70 pesos para el público.

El organismo que conduce Guido Sandleris está buscando generar una desaceleración de la inflación, luego de la fuerte avanzada registrada a lo largo de 2018, producto de la crisis cambiaria y de los aumentos en los precios de los bienes regulados. La idea, a través de la implementación de un estricto control sobre las variables agregadas, es sortear una situación similar a la del año pasado, pero evitando una apreciación del tipo de cambio, ya que en la actualidad se encuentra en niveles elevados que están fomentando la exportación y reduciendo el déficit en la balanza comercial y por ende, en la de cuenta corriente.

Todo esto en un marco de altas tasas de interés, que desde el mes pasado están operando a la baja (el viernes cerraron en 52,44 por ciento), ya que el tipo de cambio continúa operando por debajo de la zona de no intervención. La estabilidad que se está registrando en el mercado cambiario es uno de los factores que actualmente está jugando a favor de la desinflación y en el mayor atractivo sobre los depósitos en pesos, de modo que continuar por esta vía será un factor clave para continuar con el sendero actual.

El dólar está en el piso, pero los inversores quieren quedarse un tiempo más en plazo fijo

La última semana de enero viene intensa. El dólar puede haber llegado al piso. El viernes la divisa mayorista bajó 49 centavos y cerró a 37,08 pesos con más de 800 millones de dólares que incluyen una intervención de compra de 50 millones del Banco Central. En otras palabras, está un dos por ciento o 79 centavos por debajo de la cotización mínima de la banda de flotación.

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Esto que puede dar lugar a celebraciones se parece más a una bomba de tiempo que a un corcho de champagne listo para volar antes del brindis. No hay que olvidar que la pasión por el peso se alimenta del enorme crecimiento de los plazos fijos en los últimos meses. Es una burbuja de 300.000 millones de pesos. En el mundo no se conoce burbuja que no haya explotado. Por supuesto, hubo viento a favor del exterior. Las primeras semanas de Wall Street fueron encantadoras, pero también hay peligros acosando.

Por las inundaciones, decretan la emergencia para el Litoral y el NOA

Será por 180 días y contempla un plan de obras, asistencia a los afectados, facilidades impositivas y régimen tarifario diferenciado de gas para productores.

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El presidente Mauricio Macri firmó el Decreto N° 67/19, mediante el cual declara el «Estado de Emergencia Hídrica», por 180 días en aquellas zonas del noroeste y el Litoral de nuestro país, afectadas por las inundaciones, y que serán determinadas por el Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil.

 

«La magnitud y extraordinariedad de los acontecimientos requieren que todas las áreas del Gobierno Nacional aúnen esfuerzos para brindar soluciones inmediatas y efectivas para amortiguar el impacto de los mismos en el ámbito social, económico y productivo. Las acciones deben abarcar todo lo necesario para enfrentar la situación y paliar sus efectos negativos sobre los habitantes y sus bienes, como así también de las unidades productivas», expresa Macri en el Decreto.

 

Acompañan al presidente de la Nación con sus firmas en el mencionado Decreto, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, publicó Infobae.

 

El presidente de la Nación solicita a los diferentes ministerios y organismos nacionales que adopten medidas para afrontar la Emergencia y prestar una urgente asistencia a los damnificados. También los funcionarios deberán realizar los proyectos y las obras de infraestructura que permitan prevenir y/o mitigar inundaciones y eventos climáticos extremos en las zonas declaradas en situación de emergencia hídrica.

 

«Hay que seguir con las obras que venimos haciendo. Después de muchísimos años, la Argentina en estos últimos tres años encaró obras muy importantes para proteger sobre todo los cascos urbanos del crecimiento de los ríos. Lo que ha invertido la Argentina en obras contra los efectos del cambio climático, ha sido muy importante y seguiremos trabajando de esta manera», expresó el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, quien ayer recorrió las zonas más afectadas por las inundaciones.

 

Disposiciones

 

A partir de esta decisión del presidente Macri, se instruye al ministerio de Producción y Trabajo y al Banco de la Nación Argentina «para que adopten las medidas necesarias para preservar la continuidad de la actividad productiva y la conservación de los puestos de trabajo de los sectores afectados».

 

A la Secretaria de Gobierno de Agroindustria se solicita que implemente lo dispuesto por la Ley N°26.509, para las situaciones de emergencia y desastres agropecuarios.

 

Además, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) deberá contemplar la situación de aquellos contribuyentes cuyo establecimiento productivo se encuentre afectado por la emergencia, siendo éste su principal actividad.

 

Y por último, la Secretaría de Energía tendrá que establecer un régimen tarifario especial provisorio en el servicio de gas para el sector productivo mientras dure la emergencia.

El INDEC divulgará hoy el índice de inflación de 2018, el más alto en 27 años

El año terminó con un nivel de casi 48%, que no se registraba desde 1991. Se estima un 2,5% para diciembre.

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La inflación se desaceleró en diciembre y se habría ubicado en torno al 2,5%. Esta relativamente buena noticia para el Gobierno será tapada por la lectura del índice en términos anuales. Cuando el INDEC divulgue hoy los datos oficiales se confirmará lo que ya todo el mundo sabe a esta altura: la inflación de 2018 fue la más alta en los últimos 27 años.

 

Se estima que el índice anual se acercará al 48%, el peor nivel desde 1991 (ese año superó el 60%) e incluso más alto que el salto inflacionario de 2002, luego de la megadevaluación que llevó al dólar de 1 a 4 pesos. Sin embargo, en aquella oportunidad las tarifas congeladas y la recesión galopante impidieron un traslado pleno a precios.

 

En diciembre jugó positivamente la disminución del precio de las naftas, el hecho de que no había ajustes tarifarios previstos y sobre todo la estabilidad del tipo de cambio. Para enero se espera que el índice vuelva a ubicarse en torno al 2,5% por factores parecidos, aunque sí hubo algunos aumentos tarifarios como el agua y el transporte. Sin embargo, el dólar en baja es clave para que los precios de los alimentos tengan menos presión.

 

Fue justamente el aumento de la canasta básica, especialmente alimentos, lo que impulsó tanto la inflación en 2018. Pero detrás de ese fenómeno está la suba del dólar, que más que duplicó su valor en un año. La devaluación termina siendo un verdadero castigo para los más pobres, que gastan todos sus ingresos en alimentos y vestimenta.

 

 

Muy atrás en el tiempo quedaron aquellas estimaciones del Banco Central, que arrancó con metas de inflación del 10% que más adelante fueron corregidas por la Casa Rosada al 15%. Pero no fue ni uno ni otro. Finalmente, el índice terminó más que triplicando aquella estimación.

 

La economía argentina volvió a quedar muy lejos de lo que sucedió con la inflación en la región, donde en todos los países los índices se ubicaron en menos de 10% y en muchos de ellos incluso abajo del 5% (Paraguay, Bolivia, Colombia, Perú y Chile, por ejemplo, también Brasil).

 

Pero el efecto más notable del gran salto inflacionario fue la pérdida del poder adquisitivo. Aunque hubo algunos gremios que consiguieron acercarse o incluso ganarle a la inflación, como sucedió con los bancarios, la gran mayoría quedó lejos. Esto implicó una importante caída del salario real, que se sintió sobre todo en el segundo semestre. Esta situación impactó de lleno en la caída del consumo.

El Central y el FMI pusieron en marcha un nuevo programa que apunta a  reducir la inflación, pero gradualmente. Para este año el Gobierno estimó en el Presupuesto 2019 un nivel de 23%, pero los analistas creen que se ubicará más cerca del 30%.

 

El equilibrio fiscal primario, un estricto programa monetario y el corte del financiamiento del Tesoro por parte del Banco Central son piezas fundamentales para empezar a recorrer el camino de desaceleración de precios.

 

Sin embargo, la experiencia de casi todos los países que lograron bajar la inflación muestra que el proceso puede demorar de 7 a 10 años para llegar al dígito y mantenerse en el tiempo.