El Banco Central de la República Argentina (BCRA) estima que, al menos en los primeros cuatro meses del año, habrá un nivel de suba de precios parecido al que cerró 2018, es decir de 2,6 por ciento. Un cuatrimestre con ese ritmo inflacionario pondrá presión a la estimación prevista en el Presupuesto, de 23 por ciento.
En tanto, ratificó que el objetivo “es no tener más momentos de inestabilidad” respecto al tipo de cambio. El dato inflacionario le permitirá al organismo central mantener la dureza en su política monetaria, que desde octubre pasado consta en control de agregados (es decir el nivel de crecimiento de la cantidad de dinero circulante) que maneja a través de tasas de las Letras de Liquidez (Leliq) que negocia mano a mano con las entidades financieras.
Apenas conocido el último IPC del año pasado, desde el BCRA difundieron que la inflación de punta a punta, de 47,6 por ciento, “refleja la inestabilidad cambiaria que vivió nuestro país”. E inmediatamente después afirmaron que “la prioridad (del organismo) es evitar que episodios como los vividos en 2018 se repitan”.
El dato inflacionario le permitirá al organismo central mantener la dureza en su política monetaria, que desde octubre pasado consta en control de agregados (es decir el nivel de crecimiento de la cantidad de dinero circulante) que maneja a través de tasas de las Letras de Liquidez (Leliq) que negocia mano a mano con las entidades financieras.
Actualmente esa tasa se encuentra en 57,60 por ciento, que si bien aún es un rendimiento alto que limita la capacidad de las empresas de tomar créditos y que golpea a la actividad económica, ya acumula una baja de quince puntos porcentuales respecto a octubre, cuando se inició el esquema nuevo, acordado con el FMI.
En este contexto, fuentes del BCRA reconocieron que “el 2,6 por ciento diciembre estuvo en línea con lo esperado, está bajando desde octubre, pero sigue siendo alta”. “El 47,6 por ciento en todo 2018 no es una sorpresa porque tuvimos dos corridas y mucha incertidumbre cambiaria”, analizaron.
Por otra parte, ratificaron que el objetivo primordial de la autoridad monetaria “es no tener más momentos de inestabilidad” respecto al tipo de cambio. Una nueva corrida contra el peso que vuelva a impulsar a la inflación sería la peor noticia para un año en que Cambiemos se juega en las elecciones la continuidad al frente del Poder Ejecutivo.
Cerca de Guido Sandleris reiteraron que el Banco Central este año “no tiene metas de inflación”, pero arriesgaron que para los primeros meses de 2019 no habrá que esperar datos alentadores sobre los precios. «Los próximos meses, tal vez hasta abril inclusive, esperamos datos como el de diciembre», comentaron.
Esto implica que la única proyección oficial vigente, la de 23 por ciento que incluyó el proyecto de Presupuesto, ya empezará bajo presión. Solo en el primer cuatrimestre el acumulado de inflación será poco menos de la mitad de lo que estimó la ley de leyes aprobada por el Congreso.
