Se dispuso la confección de un manual de estilo para guiar la transición hacia esta nueva modalidad. La Anses se sumó así al PAMI y al Banco Central que ya utilizan este lenguaje en sus disposiciones, circulares y normativas internas.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) dispuso este miércoles que, a partir de ahora, utilizará el lenguaje inclusivo y no sexista en toda su documentación oficial. Así lo dispuso por medio de la Resolución 418/2020 publicada hoy en el Boletín Oficial y que lleva la firma de su titular Fernanda Raverta.
«Dispónganse la utilización de lenguaje inclusivo y no sexista en toda la documentación oficial de la Administración Nacional de la Seguridad Social» indica el artículo 1 de la Resolución publicada esta mañana y aclara luego: «entiéndase por lenguaje inclusivo y no sexista aquel que evita el sesgo hacia un sexo o género en particular y que ni oculte, ni subordine, ni jerarquice, ni excluya a ninguno de los géneros y sea responsable al considerar, respetar y hacer visible a todas las personas, reconociendo la diversidad sexual y de géneros».
La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) dispuso este miércoles que, a partir de ahora, utilizará el lenguaje inclusivo y no sexista en toda su documentación oficial. Así lo dispuso por medio de la Resolución 418/2020 publicada hoy en el Boletín Oficial y que lleva la firma de su titular Fernanda Raverta.
«Dispónganse la utilización de lenguaje inclusivo y no sexista en toda la documentación oficial de la Administración Nacional de la Seguridad Social» indica el artículo 1 de la Resolución publicada esta mañana y aclara luego: «entiéndase por lenguaje inclusivo y no sexista aquel que evita el sesgo hacia un sexo o género en particular y que ni oculte, ni subordine, ni jerarquice, ni excluya a ninguno de los géneros y sea responsable al considerar, respetar y hacer visible a todas las personas, reconociendo la diversidad sexual y de géneros».
La Anses se sumó así al PAMI y al Banco Central que ya utilizan este lenguaje en sus disposiciones, circulares y normativas internas.
La entidad que conduce Raverta encomendó además a la Dirección General de Proyectos de Niñez, Adolescencia, Juventud y Género, «la confección de un Manual de Estilo para la utilización de lenguaje inclusivo y no sexista, que contenga las normas necesarias para la redacción de la documentación (…) así como también orientaciones para su empleo y estrategias de aplicación».
Entre sus considerandos la Anses indicó que «su instauración gravitará positivamente en el abordaje de la perspectiva de género de manera conjunta con los objetivos atinentes a la Seguridad Social» y advirtió que «la igualdad de género requiere un proceso de aculturación modificatoria de los usos, costumbres y prácticas socialmente aprendidas, lo que debe encararse a partir de un cambio medular en las concepciones lingüísticas».
Por ello advirtió que es necesario «revisar la comunicación al interior y exterior del organismo» y que, para lograrlo, deberá:
-Eliminarse el lenguaje que se centra en los varones (androcéntrico) incorporado en los textos y hacer perceptible y transparente la labor de todas las identidades de género respetando su competencia o éxitos, en al ámbito laboral, social y político.
-Romperse con los estereotipos, respecto de la comunicación iconográfica y generarse una representación gráfica diversa y plural de los géneros, eliminando a los varones como únicos sujetos de acción y a las otras identidades como personas pasivas.
-Procurarse que la comunicación no sea excluyente y promueva enfoques integradores de todas las diversidades, debiendo primar un enfoque interseccional que contemple a toda la diversidad en términos generales, sin discriminar por raza, clase, orientación sexoafectiva, procedencia, etc.