El robo de cables es un delito cada vez más frecuente en la región y nadie parece estar a salvo. Esta vez, le tocó el turno al puente Victoria-Rosario.
Si bien en el último tiempo se registraron robos menores en esa traza, y hasta hubo detenidos por estos hechos, a principios de esta semana cortaron un cable de media tensión y dejaron sin energía eléctrica la zona.
Mariano Bradanini, vocero de la empresa concesionaria del peaje, Caminos del Río Uruguay, contó a La Capital que en junio comenzaron los hechos delictivos. Los delincuentes se iban llevando cables de a pequeños tramos, que fueron repuestos rápidamente. Sin embargo, la situación escaló y esta última vez el robo dejó sin luz a todo el puente y las cabinas de peaje.
En este marco, la tradicional postal nocturna de la ciudad con el puente iluminado ya no existe. Quienes circulan por la zona pueden notar que está todo a oscuras, a excepción del peaje que funciona con grupos electrógenos.
El representante de Caminos del Río Uruguay aseguró que «la situación es muy compleja ya que son muchos cables y muy costosos». Aún así, entienden que es urgente encontrarle una solución al problema, fundamentalmente «por el tema de la seguridad».
La empresa deberá desembolsar más de 90 millones de pesos para hacer las reparaciones correspondientes, pero advierten a las autoridades de seguridad que necesitan «una garantía de que no va a volver a haber robos». Bradanini explicó: «Estamos trabajando con Gendarmería y la Policía para llegar a una solución viable». También está al tanto Vialidad Nacional.
Además, aprovechando la oscuridad, este miércoles por la noche robaron en unas oficinas que se encuentran debajo del puente. Tanto la empresa como las autoridades y los ciudadanos esperan que el problema se solucione lo antes posible.
El puente, que conecta a Rosario con Victoria en Entre Ríos, cumplió 20 años el pasado mes de mayo. Desde su inauguración se convirtió en una de las icónicas postales de la ciudad, y permitió integrar a nivel comercial y turístico los territorios de ambas provincias. Previo a su construcción, el transporte de cargas por vía fluvial demoraba alrededor de cinco horas.
La traza tiene 600 metros de longitud, dos viaductos de acceso y una altura máxima de 56 metros. Actualmente circulan por el lugar unos 7 mil vehículos por día.