Aula Burbuja versus construcción de Escuelas

Para el año 2025 se necesitarán en todo el territorio nacional 14.000 nuevas aulas. Si este virus vino para quedarse, ese número se deberá multiplicar por dos.
Seguimos transitando agosto y la vuelta a las aulas se ve muy lejos. Los casos en el territorio provincial y nacional se siguen acrecentando, y con este aumento la escuela virtual se aferra cada vez más.

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En el ambiente educativo (padres, estudiantes y docentes) sobrevuela sensaciones extremas; hartazgo, cansancio y una sensación que supera a las demás, INCERTIDUMBRE.
Se depositó en todos nosotros, incertidumbre por la vuelta a clases, incertidumbre de cómo seguir con la educación virtual, incertidumbre de quiénes promocionaran los saberes incorporados y ¿Cómo?, incertidumbre de no saber si los índices de participación de los estudiantes en el proceso aumentará o disminuirá y la incertidumbre mayor de no saber si esta forma de dar clases dará sus resultados o no.
Todos los temores, dudas y desafíos que se presentan por delante, choca con la inoperancia, ineficacia y la poca previsibilidad de los gobernantes educativos de turno.
Días pasados se anunció con bombos y platillos que el Banco Nación, otorgara préstamos de hasta $100.000 para la adquisición de soportes tecnológicos para todos los docentes. Es absolutamente inadmisible sostener desde la gestión, que un docente se haga cargo de los recursos que debe proveer el Estado. Lo único que nos estaría faltando, sería el lanzamiento de programas o préstamos para los padres para la adquisición de notebook para sus hijos y ahí cerramos todo el círculo vicioso; mediocre y paupérrimo si de creatividad gubernamental hablamos.
No existen políticas de Estado para hacer frente a la pandemia en el sector educativo. Hasta el momento sólo destinaron dinero para arreglar sanitarios o para la incorporación de agua corriente para las escuelas que aún no lo tienen.
¿Sabe querido lector cuántas escuelas no tienen agua suministrada por una planta potabilizadora? 4.000 escuelas en todo el territorio argentino; escuelas, que en su gran mayoría, se encuentran en zonas inhóspitas o rurales.
Si hablamos del departamento Gualeguay, el 60% de las escuelas tiene algún problema en sus sanitarios.
Este maldito virus desnudó un problema que estaba oculto: hacinamiento de los estudiantes o si usted quiere llamarla “sobrepoblación escolar”, condiciones de sanidad precarias, problemas eléctricos, falta de calefacción por gas natural en el invierno, entre los problemas más alarmantes.
Estos problemas no son mayores simplemente, porque existen en muchas escuelas, la voluntad de sus docentes y padres organizados en cooperadoras escolares.
A todo lo antes expuesto, se debe sumar la genialidad en la creación en todo el territorio argentino del “AULA BURBUJA”.
Si querido lector, a lo largo y ancho de nuestro territorio y cuando la tan proclamada vuelta a la escuela sea una realidad, se va a crear el aula burbuja. Si las penurias que estábamos llevando eran muchas, este anuncio lo supero holgadamente.
Las autoridades al anunciarlo no se pusieron colorados, ni salieron a decir que ese anuncio fue “sacado de contexto”, nada de eso ocurrió.
Pero para ser sincero, no debemos apuntar sólo al actual gobierno, que hasta el momento no está a la altura de las circunstancias, sino a décadas de desidia y abandono hacia el sector educativo.
En el año 2006, se crea la Ley de Educación Nacional N° 26.206, y a partir de ese momento hubo un aumento notorio de nuevos estudiantes; dicho incremento no fue acompañado por infraestructura escolar; los sucesivos gobiernos sólo hicieron anuncios, pero luego se cumplió un porcentaje pequeño de todo lo prometido.
Y ahora el enemigo es un virus, y ahora la mejor idea es cerrar escuelas, y ahora los comunicadores educativos son gremialistas afines al gobierno como por ejemplo Baradel: “no se puede volver a las aulas hasta que la vacuna se haga presente en la Argentina” ESA es la única idea que se le vino a la mente para informar.
El territorio provincial NO ESCAPA A LA MEDIOCRIDAD, docentes afectados por una ley de emergencia nefasta. Estamos recorriendo agosto, y no hay paritarias para definir los sueldos del presente año, así es muy complicado todo.
Pero a pesar de todas las adversidades, el docente es el único pilar que está sosteniendo el sistema educativo argentino, ayudado por padres sin formación docente y estudiantes que hacen lo imposible para mantener una trayectoria educativa continua.
Estudiantes que no cuentan con una notebook y tampoco con conectividad, estudiantes que salen a la calle a buscar la tarea en formato impreso y la completan con lápiz y papel.
Así, atado con alambres se encuentra el sistema educativo argentino. Así acrecentando día a día “la desigualdad educativa”. Así, parece poco importarle a los gobiernos nuestra querida Educación, así seguiremos esperando que este maldito virus nos dé un respiro para poder seguir deambulando en la incertidumbre educativa, pero ésta vez en la Escuela.

Prof. PEDRO DEMARCHI.

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