Sergio Urribarri, ex gobernador peronista, será uno de los embajadores políticos que eligió el presidente Alberto Fernández para representar al país en el exterior. El gobierno de Israel le otorgó el placet de estilo durante el pasado fin de semana y ya está habilitado para viajar y asumir el control de la embajada argentina que dejó vacante Mariano Caucino. Ejercerá su rol “en comisión” hasta que el Senado cumpla con la formalidad de avalar su designación.
Durante los 12 años de las tres gestiones kirchneristas, fue dos veces gobernador de Entre Ríos, precandidato a presidente e integrante del gabinete virtual que preparó Daniel Scioli durante la campaña presidencial 2015. Militante peronista, y además de gobernador, durante su trayectoria política fue intendente (General Campos), ministro de Gobierno, Justicia, Educación y Obras y Servicios Públicos de Entre Ríos, nombrado por Jorge Busti, presidente de la cámara de Diputados provincial y titular del PJ local. También presidió la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande desde 2003 a 2007 e integró el Consejo Nacional de Seguridad Interior.
En 2015, cuando el Frente para la Victoria buscó ordenar las candidaturas internas para enfrentar a Mauricio Macri en las elecciones presidenciales, fue el primero que respondió al pedido “acto de humildad” realizado por la entonces presidenta Cristina Kirchner y declinó su aspiración de competir por el sillón de Rivadavia en la Casa Rosada.
En un extenso comunicado, Urribarri señaló en aquel momento: “Nunca estuvo en duda mi pertenencia a este espacio político y por lo tanto tampoco debe estar en duda que no seré obstáculo ninguno para que el FPV presente la propuesta electoral más competitiva y representativa que permita ratificar el rumbo que permitió a la Argentina reconstruirse sobre las cenizas”.
“A ese proyecto pertenezco y lo seguiré haciendo desde el lugar en que sea más útil. Porque este es el proyecto que me permitió ser gobernador mi provincia y ser reelecto con el 57% de los votos; eso fue posible porque, Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández de Kirchner después, tomaron las decisiones políticas que nos permitieron esa transformación”, señaló.
Desde 2015, y a nivel provincial, el “Pato” Uribarri, como lo conocen en las filas kirchneristas, mantruvo una relación de idas y vueltas con su sucesor en la gobernación, el peronista Gustavo Bordet, que cuando asumió nombró a unos de sus hijos, Mauro Urribarri, como mininstro de Gobierno, cargo al que renunció luego de las elecciones legislativas de 2017.
En 2010 fue distinguido como Líder para del Desarrollo, premio de interés parlamentario otorgado a personalidades de América Latina destacadas por sus acciones en pos del desarrollo. Por otro lado, participó de diversas misiones diplomáticas en el exterior, como integrante de la comitiva presidencial en las cumbre del G-20 de 2008, 2011 y 2012; en la Asamblea General de Naciones Unidas de 2010, 2012 y 2014; en la comitiva presidencial en la Cumbre Unasur de 2012 y 2014; y misiones comerciales en China, Argelia, Túnez, Egipto, Libia, Alemania, España, Paraguay, Venezuela, México, Uruguay, Chile, Kuwait y Qatar, entre otros países.
El vínculo diplomático entre Argentina e Israel es cordial aunque en el inicio de la gestión de Alberto Fernández se encendieron las alarmas diplomáticas ante una eventual decisión del gobierno argentino de dar marcha atrás con el decreto firmado por Mauricio Macri que incluyó a Hezbollah en el listado de organizaciones terroristas. Finalmente, esa decisión nunca fue revisada.