Se cumplen 15 años sin Fernanda Aguirre

El 25 de julio de 2004 fue vista por última vez en San Benito. Tenía 13 años. Desde ese momento, entre idas y venidas, pistas e investigaciones, se desconoce qué le ocurrió. Hay una recompensa para quien aporte datos. La triste cronología.

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El 25 de julio de 2004 Fernanda Aguirre salió de su casa cerca de las cuatro de la tarde hacia el puesto de flores que su familia tenía frente al cementerio de San Benito. Desapareció antes de llegar. Su paradero y lo que le ocurrió es un misterio.

Una de las hipótesis apunta a que Fernanda fue secuestrada y privada de su libertad en una red de trata de personas, presuntamente con fines de explotación sexual y por eso algunos familiares aún mantienen las esperanzas de hallarla con vida. Otra, igual de fuerte, señala que fue asesinada, aunque nunca se haya hallado el cuerpo.

El principal sospechoso del secuestro, Miguel Ángel Lencina, fue detenido días después del hecho. Cuando la adolescente desapareció, Lencina estaba libre durante una salida laboral de la cárcel de Concepción del Uruguay, donde purgaba una pena por el asesinato de una mujer.

El 6 de agosto de ese año, pocos días después de ser detenido, Lencina apareció misteriosamente ahorcado en la celda de la Comisaría Quinta de Paraná, donde permanecía alojado.

En diciembre de 2004, una pareja encontró una nota pidiendo ayuda en Termas de Río Hondo, provincia de Santiago del Estero. «Soy Fernanda estoy secuestrada por dos personas, auxilio», rezaba el texto. Recién 13 años después las pericias confirmaron que ese mensaje había sido escrito por Fernanda. El perito comparó la letra con la escritura de compañeros de la escuela de la adolescente, porque el niño copia el modelo escolar, y con textos escritos por ella.

La viuda del principal sospechoso, Mirta Chávez, fue condenada en 2007 a 17 años de cárcel por ser coautora material del secuestro y responsable de la extorsión: fue ella quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate de 2.000 pesos que exigieron los captores para liberar a la adolescente. También se juzgó a Raúl Monzón como partícipe necesario, acusado de trasladar a la joven en su auto, pero quedó absuelto.

Pero en 2014, cuando se cumplieron 10 años de la desaparición de la adolescente, la mujer recuperó su libertad. Un año después fue detenida nuevamente, por violar un requisito de su libertad condicional y actualmente se encuentra nuevamente en libertad condicional.

En tanto, María Inés Cabrol, madre de Fernanda, murió en 2010 en una clínica de Buenos Aires a causa de una enfermedad terminal. Tenía 45 años y falleció luego de una intensa lucha por encontrar a su hija. «En cada cara de chica que veo, busco a mi hija», dijo la mujer en su última declaración a la prensa.

A fines de 2010, Susana Trimarco, madre de Marita Verón, una joven tucumana secuestrada por una red de trata con complicidad de la policía de Tucumán, afirmó que vio a Fernanda en España. Estaría cautiva, sometida a explotación sexual. Las investigaciones con colaboración de Interpol, sin embargo, no permitieron encontrarla.

En 2012, cuando se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición, se revelaron detalles de la investigación que hasta entonces eran secretos. Según se conoció, en 2008 hallaron un cráneo en playas de Concepción del Uruguay. Se realizaron dos exámenes de ADN para determinar si pertenecía a Fernanda. Los resultados no tuvieron precisión técnica, por lo que no se pudo establecer si era o no de la joven. El cuerpo de odontólogos de la Justicia, sin embargo, advirtió coincidencias en las piezas dentarias. Además, los restos óseos coinciden con la edad de la niña al momento de su desaparición.
En 2014, Nerea Soledad, una joven que estuvo seis años cautiva en una red de prostitución en San Luis, reveló que conoció a Fernanda en un prostíbulo de esa provincia. En una entrevista televisiva aseveró además que la adolescente entrerriana tuvo un bebé, luego de lo cual no volvieron a verla.

En noviembre de 2015 detuvieron en Misiones a una Ramona Navarro -de 65 años-, propietaria de un prostíbulo, quien estaría involucrada en la causa y estaba prófuga desde 2004.

Por llamativo que parezca, el 27 de marzo de 2019 la Justicia entrerriana citó a Fernanda a comparecer, mediante un edicto. Luego explicaron que el trámite era necesario para la «declaración de ausencia promovida por su progenitor». De todos modos, la noticia causó conmoción y generó un rechazo general.

El Ministerio de Seguridad de la Nación ofrece una recompensa de 500 mil pesos para quien aporte datos que conduzcan directamente a encontrar a Fernanda Aguirre.

El caso generó gran conmoción en San Benito, Entre Ríos y todo el país. Pese a los reclamos, las pruebas, las denuncias y la gran difusión que alcanzó la búsqueda, hasta el momento no se sabe con certeza qué le ocurrió a Fernanda Aguirre.

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