A sólo diez días de la asunción del nuevo Intendente, las aguas comenzaron a avanzar. Ya pasaron cinco meses y la ciudad sigue bajo el agua. Cómo es vivir, estudiar, trabajar y soportar semejante azote de la naturaleza.
La situación en el sur de la provincia es crítica. Las crecientes del río Uruguay y Paraná, confluyeron para darle el peor escenario a Villa Paranacito.
El intendente Gabriel García, del Frente para la Victoria, visitó ElDía para contar cómo se atraviesa la crisis de vivir con el pueblo cinco meses bajo el agua.
¿Cómo se organizó el Municipio para hacerle frente a la situación?
-A diferencia de otras ciudades como Concordia, las evacuaciones las hacemos en cada uno de los lugares. Todas las zonas ribereñas del río Uruguay fueron afectadas y ahora estamos inundados por el Paraná y por el Uruguay. También nos llega el agua del Gualeguay.
Lo normal que pasa en todos lados, es que se inunda la ciudad, se traslada al centro de evacuación, se atienden y por último se hace el operativo de regreso.
La diferencia que tenemos nosotros, es que muchas de las familias las asistimos en cada uno de esos lugares. La nuestra es una región déltica; tiene una planta urbana y una zona rural. Son 197 mil hectáreas que es el ejido que está totalmente afectado, totalmente inundado.
¿Cuántas familias afectadas hay?
-Muchas familias son asistimos en el lugar. Hoy ya superamos las 1300 familias afectadas. Hace 20 días se conjugaron todos los fenómenos meteorológicos, como la crecida del Paraná y la crecida del Uruguay, más la lluvia 240 milímetros. Nosotros vivimos donde hace confluye el río Paraná y el Uruguay. En ese contexto evacuamos 58 familias más.
¿Cómo se monta el operativo para quienes no quieren abandonar sus casas?
-Tenemos once circuitos definidos. Estamos trabajando Municipio, Desarrollo Social y en este momento con Infantería de Marina. Armamos toda una logística.
La primera etapa que arrancamos en diciembre y enero fue la socio sanitario para ver la situación en la que se encontraba toda la comunidad y la población. Después hicimos cuatro abordajes con Desarrollo Social de Provincia, y eso culmina en un mega operativo de Desarrollo Social con abordaje territorial que se dio entre Nación, Provincia y Municipio.
¿Trabajan junto a la oposición?
-Sí. Vamos en conjunto. En este momento los concejales de la oposición trabajan a la par de cualquiera de los empleados municipales, de los concejales y de los funcionarios municipales. No hay ningún problema con eso.
En toda tragedia o desgracia hay quienes se aprovechan de la situación o inclusive, roban donaciones. ¿Han detectado casos como estos?
-Se ha dado y se está dando en algunas oportunidades que hicimos controles, donde vienen familias de otros lugares que no son de la zona. Por ejemplo, de ciudades vecinas que están al lado de Buenos Aires, actúan como inundados, dicen que no se los asiste. Esperan toda esa mercadería donada y se la llevan. Eso sí está pasando.
¿Cómo es la relación con Nación a la hora de gestionar donaciones, agua o colchones?
-Sin ningún problema. Desde que esto comenzó el Gobernador ha ido tres veces a la zona. Los ministros, todos han estado trabajando en el territorio. La comunicación es semanal. Muchas veces estamos comunicando tres veces por semana como mínimo, principalmente con la parte de Salud y Desarrollo Social.
También trabajamos fuertemente con el Ministro de Producción y con Mauro Urribarri, ministro de Gobierno. La gestión a través de Nación es articulada por la Provincia y llega rápidamente al municipio. Hemos tenido la respuesta inmediata tanto de Provincia como de Nación.
“PARA ENTENDER LA IDIOSINCRACIA, HAY QUE VIVIR EN LA ISLA”
El Intendente explicó cómo es el día a día en Villa Paranacito. Quienes no habitan un suelo tan particular, podrían plantearse como “imposible” soportar semejante flagelo natural. Al respecto, el Intendente García explicó que “para poder juzgar a una comunidad hay que vivir en la comunidad o conocer su idiosincrasia”.
En plena emergencia, aseguró que trabajan “con familias vulnerables y con los ancianos; lo hacemos directamente con el Municipio o trabajamos con vecinos solidarios”.
Además, contó que “hay muchas familias que se quieren quedar en su casa, porque algunos tienen animales. Son economías domésticas y con eso viven y sobreviven. Están cuidando a su economías entonces se quedan en el lugar”.
La economía en Villa Paranacito se ha visto retraída absolutamente. Los chicos retomaron las clases; reforzaron las pasarelas y llegan en lancha a estudiar. Otros tantos, debieron trasladarse a un Polideportivo en Ceibas y allí toman sus clases.
El panorama es desolador y la emergencia es profunda. Cuando bajen las aguas llegará un nuevo capítulo: el de la reconstrucción de un pueblo, de sus calles, de su economía y hasta de su estado anímico.
Fuente eldiaonline.com