En febrero de 2017, un micro conducido por Francisco Sanhueza volcó en la Ruta 7 camino a Chile al superar el límite de velocidad.
El 18 de febrero de 2017, un micro de la empresa TurBus se dirigía con 46 personas desde Argentina hacia Chile. En la Ruta 7 -más precisamente en la peligrosa Curva del Yeso, pasando la aduana de Horcones en Mendoza- el transporte perdió el control, volcó y causó la muerte de 19 personas e hirió a otras 25 que iban a bordo.
Un año más tarde, la Justicia declaró culpable a Francisco Javier Sanhueza, chileno, de 31 años, quien conducía el bus, condenándolo a 20 años de prisión tras estar acusado del delito de homicidio simple con dolo eventual y de lesiones gravísimas, graves y leves, por lo que la fiscal Paula Quiroga y Martín Sevilla -abogado querellante de las víctimas y los familiares- habían solicitado 25 años de cárcel.
También se lo inhabilitó para manejar por el resto de su vida. La Octava Cámara del Crimen sostuvo que «el exceso de la velocidad y el haber desoído los pedidos de los pasajeros y el chofer acompañante para que baje la velocidad, demuestran la responsabilidad de Sanhueza en el accidente».
La tragedia ocurrió a solo dos kilómetros del Paso Los Libertadores. Según el procurador general de la Corte provincial, Alejandro Gullé, el tacómetro de la unidad de TurBus quedó fijado en 100 kilómetros por hora al momento de la tragedia. En esa zona, la máxima permitida es 40 kilómetros por hora, con señales viales en el camino que indican la cifra.
Por ese entonces, Gullé entrevistó a la mayoría de los testigos del accidente, quienes le aseguraron haberle advertido a Sanhueza -único imputado- que disminuyera la velocidad. Su acompañante, Pedro Vargas (también chileno), recuperó la libertad al instante porque en el momento del siniestro había tomado un descanso y se encontraba dormido. Como todos los ómnibus que parten hacia Chile lo hacen de noche, inician sus viajes a muy corta distancia temporal uno del otro. Entonces, la cuestión es no esperar arriba el trámite en el control de Migraciones y Aduana», relató Gullé pocas horas más tarde de aquella noche fatídica.
Y describió: «Si llegan primero, pasan rápido, no hay problema. Pero si llegan detrás de otro ómnibus, tienen que esperar a veces hasta cuatro horas. Entonces, van jugando carreras para ver quién llega primero allá, pasándose uno al otro. Lo cual es terrible, terrorífico».
Según Sevilla, Sanhueza (declaró por primera vez ante la Justicia el 20 de abril de 2017) «contó que iba a velocidad normal durante todo el trayecto; que se comió la curva y que hizo todo lo humanamente posible para mantener el control del vehículo pero no pudo hacerlo».
El chofer chileno fue encontrado culpable de 19 muertes, 3 heridos con lesiones graves y 18 personas con lesiones leves, todos pasajeros del micro de TurBus.