A poco más de una semana de haber sido derivada a esta instancia de mayores cuidados, los médicos comprobaron una «notoria mejoría» en el estado de salud de la diva
La mañana de este martes acercó la mejor noticia en estos 12 días de internación que lleva Susana Giménez en el Sanatorio Cantegril, de Punta del Este. “Notoria mejoría. Sale de alta de terapia intermedia. Pasa a una habitación común para completar su recuperación”, precisa el parte médico difundido hoy respecto a la salud de la diva.
No obstante, los doctores que la asisten todavía evitan dar una fecha de alta. A diferencia de las primeras jornadas, cuando se aventuró una pronta salida del hospital que terminó siendo trunca, optan por la prudencia, para no generarle falsas expectativas a la conductora de 77 años. En su entorno cercano aplican la máxima que se le escuchó decir a su hija, Mercedes Sarrabayrouse. “Tiene para varios días más”, advirtió Mecha.
Luego de haber ingresado al centro médico en la noche del jueves 10 por una neumonía que complicó su cuadro de coronavirus, en la mañana del lunes 14 se determinó su traslado a una sala de la terapia intermedia debido a una saturación ineficiente de oxígeno. Una vez allí, el cuadro manifestó una evolución sostenida.
Este fin de semana los médicos empezaron a disminuir “en forma progresiva” el “apoyo respiratorio” que recibía Susana a través de una mascarilla. Al comprobar que respondía de manera satisfactoria, le brindaron el alta de esta instancia anterior a la terapia intensiva. Nuevamente se encuentra en una habitación del cuarto piso del Cantegril.
Giménez recibió la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 el viernes 4, en el Campus de Maldonado. Ya el sábado comenzó a experimentar distintos síntomas relacionados con la enfermedad. Uno de los empleados de La Mary, su mansión en Rincón del Indio, también mostró indicios de haber contraído el virus. Su hisopado dio positivo, al igual que el PCR de la diva y el de su hija, Mercedes.
Hasta ese miércoles siguiente Susana venía transitando la enfermedad sin mayores inconvenientes, si bien decía sentir un “dolor en el cuerpo (que) es horrible”. Horas después le diagnosticaron la neumonía que provocaría su internación. En cambio, Mecha -quien también se aplicó las dos dosis de la vacuna, en el mismo sitio que su madre- superó el coronavirus sin mayores percances.
Por estas horas Giménez lamenta la pérdida de Juan Carlos López, el maquillador que la acompañó desde 1991, con un breve parate en 2018 y una demanda laboral inmediatamente subsanada. Tras haber permanecido internado en grave estado durante varias semanas, afectado por el coronavirus, falleció a los 66 años.
Había conocido a Susana en 1991, luego de que lo recomendara el modisto Manuel Lamarca. López, quien hizo sus primeras armas lavando cabelleras y barriendo el piso en una peluquería, se acercó un tanto temeroso a esa primera entrevista, repleto de prejuicios por ir a encontrarse con una verdadera diva. Y halló lo que no esperaba: una mujer que lo trató de manera respetuosa y agradable.
Al año siguiente el maquillador ya integraba su staff, desempeñándose a su lado de manera exclusiva. Con el paso del tiempo, la relación entre Susana y Juan Carlos se fue haciendo cada vez más cercana. Su partida significa un golpe muy fuerte en el semblante de la conductora.