Han pasado más de dos días desde que el helicóptero Sikorsky S-76B cayera a tierra en California. Las autoridades trabajaban en un terreno que complica la delicada tarea: “La escena es devastadora”, señaló uno de los investigadores.
Mientras miles de fanáticos lloran la muerte de Kobe Bryant, un equipo de expertos avanza lentamente en la investigación del accidente de helicóptero que le quitó la vida a la leyenda del básquet, su hija Gianna y otras siete personas.
Según el diario Los Angeles Times, tres cuerpos fueron recuperados el mismo domingo, pero el lunes no se dieron detalles del progreso y se cree que los restantes seis siguen en la colina en la que se estrelló la aeronave.
La zona en cuestión, ubicada sobre una colina, es muy intrincada, lo que sumado a la presencia de restos de helicóptero desperdigados ha dificultado la muy delicada labor de recuperación de los restos de las víctimas, así como de las pruebas para determinar las causas del incidente.
“Estamos esperando a que medicina forense termine su trabajo de identificación, están ocupados recuperando los restos en este momento, es una tarea muy difícil y va a tomar tiempo, así que sean pacientes”, dijo el sheriff de Los Ángeles, Alex Villanueva.
El Sikorsky S-76B se precipitó el domingo por la mañana sobre las colinas cercanas a Calabasas, en el sur de California
Bryant, de 41 años, viajaba en su helicóptero privado desde el condado de Orange County, donde vivía, hasta su academia deportiva Mamba en Thousand Oaks, donde su hija de 13 años iba a jugar un partido de baloncesto.