Cuando faltan ocho días para el inicio del ciclo lectivo en todo el país, surge un escenario dispar entre las provincias que cerraron acuerdos con los docentes, las que mantienen negociaciones y aquellas en que, hasta el momento, las partes no se sentaron ni siquiera a discutir la pauta salarial de 2019.
En solo cinco de los 24 distritos ya se pactó un acuerdo. Existen condimentos que distancian a los gremios de las administraciones provinciales en pos de concretar un acuerdo. La pérdida salarial en 2018 es uno de ellos. En muchos distritos no hay una mirada conjunta sobre de cuánto fue esta pérdida. Estiman que fue de entre un 15 y un 20 por ciento. Por esto, en Santa Fe, Corrientes, Córdoba, La Rioja los gobiernos aún no adelantaron un porcentaje de aumento.
Según un informe publicado este martes por LA Nación, en la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos y Tierra del Fuego ya hubo ofrecimientos. La pieza asegura que los sindicatos “dilataron su respuesta”. En el caso de Entre Ríos, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) rechazó inmediatamente la propuesta por “insuficiente” aunque recién este lunes se conoció la convocatoria a congreso que se hará el 1 de marzo, en Concordia. En tanto, este martes a las 18 continuará la negociación con las autoridades del gobierno.
En Río Negro, Jujuy, Catamarca, Salta y Tucumán los gremios analizan las propuestas salariales,
Ante la incertidumbre inflacionaria que imposibilita anclar una propuesta salarial para este año, una de las llaves para lograr un acuerdo es la cláusula gatillo, que habilita una actualización automática en línea con la inflación.
Desde los sindicatos docentes reconocen que la actualización por inflación es la mejor herramienta para limitar la conflictividad. “La posibilidad de acuerdo pasa por la incorporación de la cláusula gatillo y del 23 por ciento de aumento”, explicó Sergio Romero, titular de la Unión de Docentes Argentinos (UDA). En la misma sintonía, Sonia Alesso, líder de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), sugirió que las negociaciones deben ser sobre la base de “paritarias libres y sin techo” y tener el norte de «recuperar el poder adquisitivo del salario», para lo cual «la cláusula gatillo es bien recibida».
En las provincias de Chubut, Mendoza y Neuquén se incorporó esta herramienta y permitió llegar a un acuerdo. En la provincia de Buenos Aires, la propuesta de la gestión de María Eugenia Vidal, aunque fue rechazada, también incorporó este punto.
Las otras provincias que alcanzaron un trato son: Santiago del Estero, donde el gobernador decretó un aumento del 40 por ciento en el básico docente, y Misiones, que acordó el 23 por ciento de alza con uno de los cuatro gremios provinciales.
Son seis las provincias donde aún no hubo negociación: Chaco, San Juan, San Luis, Formosa, La Pampa y Santa Cruz.
Negociación nacional
Los gremios reclaman una serie de medidas cuya resolución depende del gobierno nacional. La principal, que encabeza la Ctera, es la convocatoria a la paritaria nacional docente. Sin embargo, Finocchiaro descartó de plano este pedido.
El gremio, que es el mayoritario entre los maestros, tiene convocado su congreso para pasado mañana y podrían definir un paro de actividades. Otro reclamo que enfrenta el Gobierno es el de adelantar a marzo el aumento del salario inicial -previsto para junio-, lo que llevaría el sueldo que perciben aproximadamente 250.000 maestros de 12.500 pesos a 15.000 pesos.
En la reunión del jueves pasado, entre el Gobierno y los sindicatos docentes nacionales, de la que no participó la Ctera, el ministro de Producción, Dante Sica, se comprometió a analizar el pedido.
Además, los dirigentes de UDA, de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) y de la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), que no descartaron la convocatoria a un cese de actividades, reclamaron el aumento de una serie de asignaciones que cobran los maestros. También, que el Gobierno aumente las partidas del Fondo Compensador. De estos puntos, el ministro descartó ceder ante los reclamos.