La ciudad de Nueva York rendirá homenaje y recordará los nombres de los 2.983 hombres, mujeres y niños que perdieron su vida aquel día, tanto en las ya desaparecidas Torres Gemelas, como en el Pentágono y el vuelo United 93
Este 11 de septiembre se cumplen 14 años del atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York. Aquel día infausto, comandos suicidas de Osama Bin Laden, cumplieron con diabólica precisión el objetivo de masacrar el corazón financiero de Norteamérica.
La mañana del 11 de septiembre de 2001, será recordada como uno de los momentos fatídicos en que se cometió la más perversa hazaña del terrorismo fundamentalista. El secuestro de aviones de pasajeros para proyectarlos contra las Torres Gemelas y las oficinas del Pentágono, provocaron miles de víctimas y demostraron que los sistemas norteamericanos de seguridad no funcionaban eficientemente.
Ese día aciago cada avión terrorista liberó en la colisión 500 toneladas de TNT, y en el ataque murieron más de tres mil personas. Las torres gemelas con su costo de 49 mil millones de dólares fueron destruidas, y con ellas desaparecieron también las instalaciones de 200 empresas de 24 países.
En las tareas de rescate fallecieron 300 bomberos y 85 policías. Las Torres Gemelas medían 417 metros de altura, pesaban 1.25 millones de toneladas y cubrían 2.5 hectáreas. Las oficinas ocupaban 1.11 millones de M2, cada año eran visitadas por 2 millones de turistas, y desde su mirador se podía observar hasta 72 kilómetros a la redonda.
En el trasfondo de estos crímenes se encuentra en toda su intensidad el conflicto entre palestinos y judíos, que grupos guerrilleros fanatizados por sus jefes religiosos tratan de dirimir atacando a los aliados de Israel. Este tipo de terrorismo se practica «en nombre de Dios», y está inspirado en el fundamentalismo religioso que también predican los ayatolas iraníes.
El terrorismo islámico ha recurrido a la utilización de hombres suicidas, portadores de bombas o pilotos de aviones con bombas, dispuestos a estrellarse en pedazos en homenaje a Alá. Dichos terroristas generalmente son jóvenes fanáticos de temperamento irascible, que han sido preparados psicológica y físicamente para su inmolación.
Millones de espectadores vieron el «Apocalipsis Now» de New York, y observaron también la titánica lucha de sus cuerpos de salvamento por recuperar lo insalvable, a cambio de muchas de sus vidas. Los salvadores lograron evacuar de las torres incendiadas a 25 mil personas que pudieron morir en el desastre.