Un par de asaltos ocurridos en la zona este de la ciudad, preocupan a la policía. Hace un par de semana un trabajadores de la Empresa Soychú fue abordado cerca de la planta, cuando iba a trabajar y asaltado. El viernes pasado, también temprano por la mañana, una mujer fue robada y manoseada en calle Bruno Alarcón. Hora similar, misma zona y modus operandi parecido.
Indignada, Fabiana Salcedo contó entre lágrimas a El Día de Gualeguay lo que le pasó. “Eran siete menos cuarto de la mañana más o menos, cuando iba al CIC del Barrio 25 de Mayo. Me faltaban dos cuadras para llegar, y en Bruno Alarcón, creo en una esquina. Escuché ahí está, y uno que me agarra el brazo y otro la bicicleta. No tuve miedo, pero pensé que era un arma. Pero no, era un cuchillo que me lo puso en el cuello. Me pedían todo, plata, celular, todo, y estaba en la mochila. Nunca me dí cuenta porque ni tiempo a tener miedo. Cuando les doy todo me empezaron a tocar a ver si tenía más cosas por arriba de la campera. Me la arrancaron, me querían sacar un saquito de lana…hasta que el más agresivo, un flaco alto, me metió la mano por adentro, me tocó toda y en ese momento el otro gritó viene un auto. Miré para la esquina y corrí. No sé cuánto, pero corrí. El más agresivo me dijo tomá la bici, como si fuera de él. Ahí vino esa señora, frenó y me dijo llamo y los sigo. La verdad no me acuerdo cómo llegué al CIC”.
La mujer ha quedado aterrorizada y ni siquiera se anima a salir a la puerta de su casa. Enojada, le reprochó al jefe departamental unas declaraciones públicas sobre su caso en Radio Gualeguay. “Me vino a ver y me pidió disculpas. Se las acepté. Incluso, como estoy con miedo, él mismo me llevó a la Fiscalía para que pudiera declarar”, contó. “Yo necesito que la policía haga el trabajo que tiene que hacer y estos chorros estén presos. En Tribunales me atendió el fiscal, y después me trajeron otra vez a casa. Tampoco quiero que el policía que me tomó la denuncia no tenga problemas, porque hace su laburo. No quiero pensar mal de nadie porque quiero volver a estar bien, salir, volver a mi trabajo porque me gusta. El lunes me van a buscar para una rueda de reconocimiento. Lo que pasé no se lo deseo a nadie, ni al peor enemigo”.