El “Millonario” se puso en ventaja gracias a otro gran gol de Juan Fernando Quintero. el local empató con un remate de Allione. El duelo contó con innumerables situaciones de gol: Jeremías Ledesma fue figura y Armani se redimió de su error en el 1-1 con dos intervenciones vitales para su equipo.
River y Rosario Central animaron un gran partido en el duelo pendiente por la fecha 15 de la Superliga. Con propuestas diferentes, generaron un sinfín de situaciones de gol y terminaron empatando 1-1. Juan Fernando Quintero abrió el marcador con un remate brillante. Agustín Allione igualó para los dirigidos por Edgardo Bauza.
Sin Exequiel Palacios, lesionado, Gallardo sorprendió con el esquema: cinco jugadores en el fondo, con Montiel y Casco como laterales-volantes. Pero lejos estuvo de presentar una postura defensiva: a sabiendas de que Central ofreció una estructura con triple volante central (Ortigoza, Rinaudo y Gil), apeló a abrir bien la cancha para lastimar. La visita se hizo de la pelota, presionando alto, contra un conjunto de Edgardo Bauza que juntó a la tropa para salir rápido de contragolpe.
Casi pega primero el «Canalla». A los 12 minutos, Ortigoza filtró un gran pase para Nahuel Molina, quien soltó el centro atrás para Zampedri, quien dilapidó una oportunidad inmejorable. Cuatro minutos después, como ante Racing, Juan Fernando Quintero hizo magia: tras el rebote de un córner y sin ángulo, sacó un remate venenoso que se le coló en el primer palo al arquero Ledesma: 1-0.
Suelto y con la cancha de frente, Quintero movió los hilos y continuó generando peligro. A los 25′, edificó una pared con Borré y su intento pasó cerca. A los 26, Montiel habilitó a Borré, quien primero se topó con la resistencia del portero y, luego, con su imprecisión.
Antes del final de la primera etapa, Quintero casi inventa otro gran gol. De tiro libre, en el borde del área, sacó un estiletazo que se encontró con una gran volada de Ledesma.
Pero Rosario Central ingresó más despierto al complemento. Y a los 41 segundos ya se había puesto 1-1, con la complicidad de Franco Armani. Agustín Allione corrió desde la izquierda hacia el centro y sacó un remate mordido, que picó varias veces y se le escurrió junto a un palo al guardameta.
A partir de allí, vértigo puro. El Muñeco profundizó la búsqueda con el ingreso de De la Cruz por Montiel y apostó a Matías Suárez por Borré. Bauza, zorro, olfateó mayores espacios y mandó a la cancha al ligerito Lovera y con Riaño ganó en peso ofensivo.
River generó seis oportunidades de gol. Central, un poco menos, pero de todas maneras llegó con mucha claridad. Riaño lo tuvo dos veces, en las barbas de Armani, que se redimió. Tan vibrante espectáculo no se permitió un vencedor: fue empate 1-1.