Casi como la voz de muchos que están en silencio, el médico Eduardo Petraglia reivindicó la tarea de todo el personal de salud en la pandemia. La repercusión, después de los desafortunados dichos del Presidente, fue inmensa. Y Petraglia recogió el guante.
“Quiero decir que estoy orgulloso de la primera línea de esta guerra contra el COVID, tanto en el hospital como en el privado. La gente de enfermería, los técnicos de laboratorio y rayos, la gente del triash, los policías que también nos cuidan. Hay que reconocerles lo que están trabajando y se me infla el pecho de orgullo de decirlo. Hago un parangón con lo de Malvinas, ahora era que venía el coronavirus. Estos soldados se prepararon, se formaron, aprendieron a usar los equipos de protección y ahí están trabajando. Por eso digo que me siento orgullosos de verlos trabajar”, remarca. Para el traumatólogo, “también los leones de la terapia hacen todo lo posible, los de clínica que a veces se colapsan por el número de pacientes. A la gente le pido que vaya con buena onda, no sirve ir a insultar ni con mala onda. Simplemente que los traten bien porque trabajan para la población. Y si nos ponemos a hablar de lo que ganan, estamos lejos. Y sin embargo ahí están, ninguno ha sido cobarde ni se ha ido a su casa. Le ponen el pecho y tienen que reconocerlo”.
Petraglia señaló que “además se convive con el fantasma de volver a tu casa y el riesgo de contagiar a algún ser querido. Además eso hay que reconocer. Muchos hacen doble turno y después vuelven a su casa y tienen miedo, terror, y es lógico. O gente que no puede ver a sus padres o abuelos también por miedo a contagiarlos. Ellos son los que están en la primera y la segunda línea de esa pelea y le pido a la gente que los reconozca. Ojalá cuando todo termine los podamos subir a los carros de bomberos y a los autos para que la gente se rompa las manos aplaudiéndolos. Es un orgullo decir que son mis compañeros. Enfermeros, administrativos, mucamas, los enfermeros de sala, de terapia….todos”.
Petraglia recordó que “antes de la vacuna teníamos terror porque no sabíamos cómo reaccionar. No sólo pacientes con factores de riesgo ahora también jóvenes que la pasan mal. Y están horas y horas trabajando y encima con una remuneración que no es la justa”.
