Ante un año atípico y difícil, los músicos también han debido adaptarse a los cambios y encontrar nuevos modos de llevar su arte al público. Si bien nada fue sencillo al principio, a ocho meses del inicio de la pandemia han logrado seguir difundiendo su música.
Para Las Guitarras Gualeyas, el trío integrado por Juan Martín Caraballo, Nadia Ojeda y Valentín Cosso, costó comprender la nueva escena tras un 2019 cargado de presentaciones y proyectos, pero siguen tejiendo ideas, mientras dan vida a su segundo trabajo discográfico.
“Este año fue súper particular, a todos nos ha pasado de acomodarnos a esta manera de vivir y el sector de los trabajadores de la cultura se vio súper afectado porque hubo que parar con todas las actividades”, señala Caraballo sobre el inicio.
En seguida, agrega: “Después de un 2019 que para Las Guitarras Gualeyas fue muy activo, porque anduvimos casi todos los fines de semana tocando en distintos lugares del país, fue un cambio re brusco, pero uno le busca la vuelta para no parar de hacer cosas. Nuestro capital es que tenemos muchas ganas de hacer cosas, así que fue cuestión de reinventarse un poco”.
“Creo que le pudimos sacar el jugo al parate que tuvimos. En el caso nuestro lo que nos posibilitó fue estar los tres, porque Nadia habitualmente está estudiando en Paraná y Valentín se había ido a Buenos Aires, después de su paso por Rosario, así que estábamos, literalmente, un paisano en cada pueblo. Si bien a eso nosotros lo habíamos aprendido a llevar, el hecho de estar en Gualeguay nos posibilitó hacer otras cosas y de acuerdo a la fase en la que estábamos nos encontrábamos e íbamos avanzando”, explica.
Actualmente, Las Guitarras Gualeyas trabajan en su nuevo trabajo discográfico. “Estamos abocados con mucha energía a la grabación de nuestro segundo disco, el primero se llamó Dimotta en guitarras, que se editó en 2018, y ahora ya estamos avanzando con el nuevo, que va a tener toda música de autores y compositores entrerrianos, lo que nosotros llamamos referentes y de los cuales hemos aprendido muchísimo”.
Acerca del proyecto en marcha, Caraballo da cuenta que “la idea es que en la medida que se pueda esos temas que vamos a hacer interpretarlos con sus autores, más que nada cantores. Dentro de estas invitaciones obviamente que va a haber una fuerte participación de referentes gualeyos, así que ya hemos grabado con Hugo Duraczek, Omar Morel, Pirulo Ibarra, Raúl Ponce. A eso estamos abocados y a todo lo que conlleva la grabación de un disco, lo que es la parte de foto, de diseño gráfico, de definir el repertorio y el concepto”.
-¿Cómo se edita un disco en tiempos de pandemia?
-Como músicos independientes lo vamos llevando como podemos, hacer un disco implica tiempo y plata, así que lo vamos llevando, pero la idea es que no se demore mucho más. Teníamos ganas de tenerlo a principios del año que viene ya terminado, pero hoy el hecho de hacer un disco nos pone a pensar de manera obligada si lo vamos a hacer en formato físico o no, porque el disco está cayendo en desuso y lo están reemplazando las plataformas digitales.
“Ahora —continúa— tenemos el desafío de pensar también en eso, investigar, ver cuáles son las plataformas que convienen, de qué manera conviene subirlo, cómo se hacen los registros para editarlo de manera legal. Otra cosa que nos ha demorado es que tenemos algunos invitados como Jorge Méndez, que es uno de los referentes provinciales más grande, y es complejo juntarse por el tema de que integran el grupo de riesgo. Estamos esperando que la cosa afloje un poco para poder encontrarnos”.
El disco, resalta Caraballo, se conoce en la medida que se graban las canciones que lo integran. “Como la modalidad en que se difunde y se presenta la música ha cambiado, nosotros los temas que van a ir al disco y tienen video los hemos ido presentando, especialmente los que tienen participación de los referentes. Ese fue el caso del video que hicimos con Pirulo Ibarra, que ya presentamos hace un tiempo, y ahora el segundo que presentamos el domingo pasado, el Día de la Música, con Raúl Ponce. Esos videos van al disco, pero los vamos presentando de a uno hasta presentar todos y cerrar el concepto. Son cosas que vamos descubriendo”.}
-¿Participaron de algún festival virtual?
-Sí, una de las participaciones que tuvimos el año pasado fue en el Tercer Festival de Tango y Criollismo de Lomas de Zamora, un festival hermoso, donde hay un cuidado muy especial a la música, al sonido, que suene bien, que se vea bien, la verdad que fue un gustazo haber llegado ahí. En este 2020 decidieron hacer una edición virtual con pocas participaciones que se filmaron este año, mientras el aislamiento lo permitió, y tomaron imágenes de algunos que participaron el año pasado y entre ellos a Las Guitarras Gualeyas, así que para nosotros fue un gusto porque estuvimos en la tercera edición y volvimos a estar ahora en formato video replicando lo que había sucedido el año pasado.
“Además hemos tenido algunas otras participaciones en peñas virtuales, en otras proyecciones, hemos recibido invitaciones y realizado algunas producciones, como fue grabar para el nuevo disco de Damián Lemes. Ahora estamos trabajando en el disco de Paulina Lemes, la hermana de Damián, también de Gualeguaychú, con la participación en un tema, y hemos hecho algunos videos de cuarentena, compartiendo música con compañeros gualeyos”, expresa el músico.
En igual sentido, reseña que “cuando teníamos más posibilidad de vernos, con el realizador audiovisual Facundo Saavedra hicimos tres videos, que no son parte del disco, y como Nadia no pudo estar los hicimos en dúo con Valentín. Hicimos una versión de La Isla, de Cacho Müller, a orillas del río Gualeguay; de Lluvia, que es un poema de Juanele, musicalizado por Walter Heinze, en el Bosque del Recuerdo, frente a la casa del escritor; y con Hugo Duraczek una chamarrita de él a orillas del río también. Esto tiene que ver con el proyecto de Las Guitarras Gualeyas de hacer música de la región con guitarra”.
-¿Qué les deja de positivo este tiempo sin el contacto directo con el público?
-Creo que uno siempre le trata de encontrar el lado bueno, me parece que a lo que nos obligó esta situación a todos los músicos independientes es a tener que amigarnos con la tecnología y aprender a manejar recursos, que en realidad estaban ahí hace tiempo. Ahora nos tocó la obligación de aprender grabación de audio y video, edición, herramientas que un músico independiente tiene que saber, porque tiene que producir, hacerse un afiche, un video, grabarse un audio, hacer una gacetilla, difundir, hacer arreglos y estudiar su instrumento.
“Hay que hacer mil cosas y la parte de edición de audio y video es una parte ineludible que hay que manejar y la pandemia nos obligó a sentarnos a estudiar un poco eso y muchos hemos terminado aprendiendo. Era un recurso que estaba ahí y que algunos manejábamos un poco y otros no, pero que la pandemia nos obligó y eso es positivo. La tecnología llegó para quedarse y la nueva normalidad la incluirá”, reflexiona.
Para el músico, “los recitales que se han hecho por streaming tranquilamente se podrían haber hecho antes y aumentar el caudal de gente que lo veía. Creo que hay que repensar los conciertos en vivo que se hagan cuando se pueda hacer con público y seguir valiéndonos de los streaming para que la gente en cualquier lugar del planeta pueda ver un recital que se haga acá en Cooparte, en Liebre de Marzo o en el Teatro”.
“Esas cosas son las que nos vamos a llevar como positivas, como también la revalorización del encuentro y la valoración del tiempo compartido, especialmente para los músicos con su público”, concluye.