Desde la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), alertaron sobre la grave situación de infraestructura de los edificios escolares. “Ni las obras que pararon antes de las elecciones ni las que se presupuestaron y arrancarían durante el receso tuvieron ningún avance”, dijo el secretario general del gremio, Claudio Puntel, y advirtió que, con una veintena de escuelas afectadas en el departamento Paraná, “no hay condiciones para que se presenten los docentes ni los alumnos; mucho menos, para comenzar las clases”.
El problema de la infraestructura escolar sigue estando soslayado en las políticas educativas de la provincia. A tres semanas del inicio de clases, hay una veintena de escuelas con obras paralizadas o pendientes que ponen serio riesgo el comienzo de las clases.
“El problema es que ni las obras que pararon antes de las elecciones (escuelas Pueyrredón, Terán, Jorge Newbery y Puerto Nuevo, entre otras) ni las que se presupuestaron y arrancarían durante el receso (Zubiaur, Rivadavia y Záccaro, para mencionar algunas) tuvieron ningún avance”, afirmó Puntel, que indicó que ante los reclamos, la respuesta que dan desde el área de arquitectura de la provincia es que “no hay dinero”.
El secretario general de Agmer Paraná advirtió que, con este panorama, “no hay condiciones para que se presenten los docentes ni los alumnos. Mucho menos, para comenzar las clases”.
De esta manera, no se habría cumplido lo que afirmó la secretaria de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, Alicia Benítez, que señaló a mediados de enero que se estaban retomando los trabajos en una parte de las obras, que se comenzaría a renegociar con las empresas que reclamaban pagos atrasados. El tiempo corre y, a medida que se acerca la fecha prevista para el inicio del ciclo lectivo 2016 -el 29 de febrero- cada día parece más difícil el comienzo de clases en las condiciones adecuadas.
El problema de infraestructura pareciera existir, para los encargados de resolverlo, sólo cuando se visibiliza el conflicto desde las escuelas mediante protestas: “el gobierno, el año pasado, cada vez que nos preparábamos para alguna movida con las comunidades, como ocurrió en Bazán y Bustos, Záccaro o Rivadavia, mandaba funcionarios de Educación y Arquitectura a desactivar las protestas, con amenazas primero y con promesas luego. No cumplieron ninguna”.
En este marco, Puntel anticipó que volverán “a encarar la pelea en esas escuelas, con docentes, centros de estudiantes y padres”.
Fuente_AIM