El presidente de la Cámara de Estaciones de Combustibles y Anexos de Entre Ríos, Mario Amado, dijo que la medida de fuerza “está aceptada” sólo resta determinar la modalidad. Admitió que de no haber respuestas por parte de las petroleras y del Estado para mejorar la rentabilidad, podrían estar en riesgo las fuentes laborales
“La posición de las estaciones de servicio de Entre Ríos es la misma que tomó la Mesa General, la problemática es igual en todo el país, que es la falta de rentabilidad”, dijo Amado.
Explicó que “la medida de fuerza está aceptada, la modalidad todavía no está determinada”. Se terminará de definir el 10 de mayo en una reunión nacional de estacioneros que se realizará en Buenos Aires.
Con la amenaza de un paro, el sector intenta “concientizar a las petroleras y al gobierno que la situación no da para más”. Asimismo se busca evitar suspensiones o reducción de personal a causa de la falta de rentabilidad. “Es lo que se está tratando de defender y lo que se está poniendo en juego también en la paritaria. Lo que menos queremos es que la variable de ajuste sea el personal”, precisó.
Amado reconoció que en este año electoral “es muy difícil que suban los precios del combustible” por lo que tendrán que “seguir atados a una comisión que depende del precio del combustible. Los costos suben y nosotros seguimos con la misma planta que teníamos hace seis meses. Tenemos que afrontar aumentos de costos, más el aumento salarial que tenemos que pagar a partir de abril”.
La solución está, por un lado, en que las petroleras mejoren las comisiones que cobran los estacioneros por cada litro de combustibles líquido comercializado. “Nos tienen que habilitar un poco más de margen. El grueso del ingreso a la estación es por la comisión que recibimos de las petroleras”, explicó el dirigente.
Por otro lado, se llevan adelante negociaciones con la Secretaría de Energía para lograr una “reformulación de los impuestos y tasas que tienen los combustibles que se llevan el 55 o 60 por ciento del precio”, agregó. La pretensión del sector es que no se pague por porcentaje sobre ventas sino una suma fija.
“El gran problema de esta realidad, que entiende muy bien la Secretaría de Energía, es que choca muchas veces con la parte política o económica porque es una recaudación directa, un ingreso directo al Estado”, admitió.
En los próximos días habrá definiciones sobre el aumento salarial, ya que se realizará la segunda audiencia paritaria, y continuarán las negociaciones con las petroleras. “Entonces vamos a llegar a nuestra reunión con todos los elementos como para definir un plan de trabajo y esperemos que no tenga nada que ver con acciones de fuerza, o suspender o tener que echar gente”, sostuvo. (APFDigital)