Un 21 de febrero sucedían estos hechos en Entre Ríos.
1527
Arriba al río de la Plata Sebastián Gaboto
En 1526 zarpa de San Lucar una expedición a cargo del veneciano Sebastián Gaboto, la cual llega a nuestras costas el 21 de febrero de 1527. El 6 de abril, la flota ancla frente a la isla de San Gabriel (actual departamento de Colonia, Uruguay), descubriendo luego un río que se bautiza «San Salvador» y fundando sobre sus costas un fuerte con el mismo nombre, el primer establecimiento español en territorio rioplatense. Gaboto envía al Capitán Juan Álvarez Ramón para explorar el río Uruguay con dos botes y una carabela. Según algunos autores llega hasta donde hoy se encuentra la ciudad de Concordia, desde donde regresa al no poder superar los escollos del Salto Chico y es luego muerto por los indígenas. Debido a la hostilidad de los charrúas, los españoles debien abandonar San Salvador, retirarse a sus naves y abandonar el territorio americano hacia 1530, pero antes, Gaboto rebautiza el río Solís como «río de la Plata», debido a las riquezas que allí esperaba encontrar.
1811
Bartolomé Zapata libra una batalla decisiva contra los realistas
A principios de 1811, los patriotas entrerrianos entran en lucha franca y directa contra los españoles, dirigidos por don Bartolomé Zapata, «el esforzado paisano por cuyo valor y esforzado patriotismo tenemos ya unidas y subordinadas a esta capital las villas de Gualeguay, Gualeguaychú y Arroyo La China» según informa la «Gaceta» de Buenos Aires, el 21 de marzo de 1811. En una acción sencilla pero severa, Zapata, con una compañía de 52 hombres, toma Gualeguay y al otro día Gualeguaychú, apresando dos barcos de la escuadra española para posesionarse después de Concepción del Uruguay.
1852
Nueva proclama de Urquiza al pueblo de Buenos Aires
Urquiza, mediante una proclama, tras su triunfo en Caseros, insiste en sus ideas y conceptos sobre la unión nacional, el imperio del orden y el olvido de los agravios. Hace referencia al sentimiento de venganza, para agregar: «Los espíritus turbulentos para quienes nada hay bueno, sino ellos, pretenden sembrar la discordia entre nosotros. El uso del cintillo punzó que reprueban con imprudencia, es un pretexto de que se valen para vengar en él su saña (…)».
Estas expresiones constituyen una defensa del decreto del 15 de febrero que declara voluntario el uso del cintillo punzó. Sectores del pueblo porteño, particularmente los emigrados en Montevideo, se irritan con aquella disposición, por más que el mismo Urquiza suprime su uso.
Escribe Aníbal S. Vásquez: “La divisa es una rotunda afirmación de ideales: ‘Constitución federal o muerte’. Es y dice lo que tiene que ser y decir. Concreta la auténtica aspiración de los pueblos, sus más caros anhelos.
“De esa divisa la suspicacia dedujo que Urquiza ocultaba designios inconfesables enderezados a su consagración como dictador; pero la verdad es que esto y otros detalles más fueron los primeros relampagueos del trágico desacomodo que se produjo entre Buenos Aires y las provincias.”
1928
Pensionado para señoritas
La congregación de las Hermanas esclavas del corazón de Jesús, en 1928 publica un aviso ofreciendo los servicios del pensionado de Señoritas para quienes asisten a los cursos de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Litoral, de la Escuela Normal de Maestros y del Colegio Nacional, y para niñas del 5º y 6º años de la Escuela del Centenario.
Corsos
El diario La Mañana anuncia el inicio de los tradicionales corsos en Paraná. Las malas condiciones del tiempo habían obligado a posponer el inicio de las celebraciones carnestolendas.
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Imágenes:
– Divisa y cintillo punzó
– Disfraz para el carnaval