Omar Martínez: «Ha sido un año brillante para mí, ya estoy hecho en el automovilismo»

El Gurí habló luego de consagrarse Campeón de Turismo Carretera en La Plata, coronando un año brillante. El entrerriano volvió a festejar 11 años después de su primer título en TC. «Con más experiencia veo mejor las carreras», dijo

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La fiesta de Ford fue completa en La Plata. El entrerriano Omar Martínez se consagró por segunda vez en su carrera como amo y señor del Turismo Carretera. En una gran final, «El Gurí» se defendió de Guillermo Ortelli que buscó la carrera y el paranaense Mariano Werner cerró el podio. Indudablemente, el nacido en Rosario del Tala sumó un nuevo récord dentro del automovilismo nacional a días de cumplir sus 50 años.

El piloto entrerriano dialigó con La Nación y dio sus principales sensaciones de lo vivido este domingo: «El automovilismo es muy diferente de otros deportes. A punto de cumplir 50, tuve que ponerme a la altura de los más chicos, cuidarme más desde lo físico. Con más experiencia veo mejor las carreras, las pienso de otra manera. Este año nos organizamos muy bien con el auto y el motor nuevos y aproveché todas las circunstancias. Hubo muchos candidatos, pero tuvimos la suerte que se necesita para ganar un título. En particular, en esta carrera no quería desconcentrarme y todos me respetaron: Werner, Guille (Ortelli), que venía muy rápido. Aproveché mucho la potencia del Ford en las dos largadas. En algún momento del año, cuando se me rompió el motor en San Luis y nos caímos muchísimo, creí que se me escapaba. Pero en La Pampa, cuando Ortelli abandonó a punto de ganar, fue como que nos ilusionamos con los puntos que le descontamos a (Matías) Rossi. Pero hacía mucho tiempo que tenía ganas de vivir una satisfacción como ésta. Ha sido un año brillante para mí. Ya estoy hecho en el automovilismo», remarcó el piloto de Tala.

El Gurí hizo mención a la ovación del público que lo acompañó en cada prsentación: «Será porque a la gente le gusta cómo soy. Será porque me emociono muy fácilmente. Uno siempre quiere estar con todos los hinchas, pero a veces se te hace difícil manejar tanta pasión. En la vuelta de honor me costó mucho llegar a los boxes. Venía muy emocionado, me sacaron del auto y un muchacho de la ACTC me levantó en andas. Pero me tironeaban tanto que creí que me iban a tumbar. De pronto siento que me querían arrancar un guante. Cerré el puño para evitarlo, pero el pibe seguía insistiendo. Entonces pegué un tirón con el puño y le pegué en un ojo. Pobre, al bajar del podio le regalé el guante», puntualizó.

Sobre su posible retiro del mundo tuerca el Gurí aclaró: «Lo del retiro lo dije yo la primera vez, hace unos años, medio en broma, pero empezaron a machacarme con la pregunta. Este año, los coches y los motores nuevos requerían mucha inversión como para tener más de uno, así que en un momento pensé que quizá -si venía otro piloto- yo podía bajarme. Pero al final insistí un año más. A mí lo que me sucede es que tengo muchos amigos ex pilotos y lo que veo que tienen en común es que te dicen «ojalá yo hubiera tenido a alguien que me dijera cuándo era tiempo de retirarse». Por eso pienso mucho en eso. Hoy creo que sí, que voy a seguir, que quiero correr todo un año luciendo el N° 1, pero no sé si en una semana o un mes no me levanto agradeciendo al automovilismo por todo lo que me dio y paro ahí. Porque esto no se puede hacer sin ganas. A lo mejor hace un tiempo que debí retirarme, no lo sé. Yo quiero dedicarme más a mi familia, hoy estoy más pendiente de ellos de lo que estaba cuando salí campeón por primera vez», señaló.

El campeón del TC 2015 comentó del papel de su familia en este momento: «Es fundamental, en todo sentido. No sólo por lo anímico: mis hijos crecieron en este ambiente. Cuando pasamos malos momentos porque los resultados no se daban, ellos me respaldaron. Además, hubo otras cosas. Por ejemplo, yo sólo corro en TC, y entonces doy un margen frente a chicos de 25 o 30 que están mejor físicamente. Con las comidas yo siempre me cuidé, pero no era tan riguroso. Me pierdo con los postres. Mi peso es de 75 kilos, pero en un momento llegué a pesar 79. Te sentís mal, el buzo te tira. Así que Patricia, mi mujer, empezó a cuidarme con la comida. Hoy peso 72 kilos. Empecé a andar en karting para entrenarme, para conseguir más fuerza en los brazos; martes y jueves vamos una hora un grupo de ocho personas de distintas edades al parque en Paraná con un preparador físico. Es cierto, me operé la vista hace unos años, pero ando necesitando una nueva operación: en los frenajes se me empieza a complicar».

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La diferencia con el título de 2004: Lo disfruto distinto. Con aquél me saqué una mochila pesadísima, esa de que nunca podía salir campeón, siempre era segundo. Esto es diferente: aquello era casi como una obligación, ahora me permito darle más lugar a la emoción. He vivido muchas situaciones en el automovilismo, pero por suerte siempre tuve revancha. También hemos sufrido pérdidas irreparables a lo largo de todo este proceso, pero así es la vida. Para este año nos preparamos bien, sabiendo que teníamos una oportunidad: todos corríamos con autos iguales, que proveyó la ACTC. Estos autos me gustan más, disponen de más potencia. En el calendario hay circuitos muy exigentes, como Río Gallegos, en los que acaso después de tres vueltas ya te duelen los brazos. Pero a todos les pasa lo mismo y con estos autos nuevos, sin tanta carga aerodinámica, la dirección no se pone tan pesada y yo me siento muy cómodo para manejar» remarcó.

Un gran auto: «El motor fue un 55 por ciento del rendimiento global del auto, el chasis es el 45 por ciento restante, pero hay que destacar que el auto fue muy regular, y siempre de mitad de carrera en adelante iba muy bien. Tan regular que en el año sólo tuvimos un problema mecánico, en Neuquén, cuando se quedó el acelerador trabado a fondo. En esta carrera, en un momento sentí que el motor hacía un ruido distinto. Pensé que se podían haber desgastado los botadores, un problema que ya habíamos tenido una vez este año, sabemos que no se cortan pero que generan ese ruido. Pero salí a la recta y me pareció como que el motor andaba en cinco cilindros y medio. Así que aceleré con más cuidado y el ruido se limpió. Faltaban cuatro vueltas para terminar la carrera», dijo el Gurí.

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