Tenía un año y tres meses y estaba internado en el Hospital de Niños de Córdoba con lesiones neurológicas. La madre y el padrastro están detenidos, sospechosos de ser los autores de los golpes.
Un bebé de quince meses que estaba internado en el Hospital de Niños de Córdoba debido a fuertes golpes en su cabeza y lesiones de diversa data en el cuerpo murió esta noche, informó hoy el fiscal Cristian Griffi, a cargo de la causa iniciada como maltrato infantil.
El niño había ingresado al centro de salud durante la noche del domingo con un severo traumatismo de cráneo y otras contusiones y se encontraba en terapia intensiva con un cuadro grave.
La madre y el padrastro del bebé fueron detenidos este lunes por orden de la justicia, ante la fuerte sospecha de que se trató de un caso de «maltrato infantil».
Griffi confirmó que a la pareja le corresponde la imputación de «lesiones graves calificadas».
El bebé fue llevado por su madre cerca de la medianoche desde un domicilio del barrio Villa Adela al hospital, donde la mujer dijo que se había «caído de la sillita de comer», pero el fiscal dijo que hay sospechas de que las lesiones fueron producto de malos tratos.
«Las primeras pruebas recibidas indican que sería víctima de maltrato, porque el niño tiene lesiones que serían de vieja data», señaló Griffi.
El director del hospital, Luciano Parietti, había detallado este mediodía que el bebé tenía «una hipertensión intracraneana muy importante».
«No creemos que sea a causa de la hemorragia sino un incremento del infarto cerebral, y eso nos está complicando mucho el cuadro porque está muy inestable», dijo.
A esa hora el nene estaba «muy grave» e «muy inestable hemodinámicamente», indicó el profesional y describió que «además de las lesiones neurológicas» tenía «múltiples hematomas en el cuerpo con diferentes grados de evolución».
El bebé estuvo estuvo en terapia, sedado e intubado, con asistencia mecánica respiratoria, hasta que murió esta noche.
En el caso interviene la Secretaria de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf) y se pudo comprobar que el niño tenía lesiones producidas por zamarreos y sacudones bruscos, compatibles con un SMI (Síndrome de Maltrato Infantil).